Italia interrumpe hasta el 3 de abril todas sus actividades productivas
Esto para intentar contener la propagación del Covid-19, causa de muerte de más de 4.800 personas en el país.
La medida excluye la venta de alimentos, medicamentos e insumos de salud, y el funcionamiento de la banca y servicios públicos esenciales, como el transporte.
"Ralentizamos el motor de Italia, pero no lo detenemos", enfatizó su primer ministro, Giuseppe Conte.
"Nuestro sacrificio de quedarnos en casa es mínimo comparado con el que hacen otros ciudadanos", subrayó el primer ministro.
El gobierno italiano decidió hoy interrumpir hasta el 3 de abril todas las actividades productivas, excepto las que son esenciales para los ciudadanos, para intentar contener la propagación del coronavirus, causa de muerte de más de 4.800 personas en el país.
A un mes de la detección del brote al norte del territorio, el primer ministro, Giuseppe Conte, señaló que es una "decisión difícil" pero "necesaria" para "afrontar la fase más aguda" de esta pandemia, que ha hecho de Italia el país con mayor número de muertos en el mundo.
Se cierran "en todo el territorio nacional todas las actividades productivas no necesarias e indispensables para garantizar servicios esenciales (...), continuarán abiertos supermercados y negocios alimentarios de primera necesidad", aclaró.
También seguirán abiertas las farmacias, parafarmacias, los servicios bancarios, postales, de aseguradoras y servicios públicos esenciales como el transporte.
La decisión de Roma fue anunciada después de que Protección Civil informara que Italia contabiliza ya 4.825 fallecidos con coronavirus, 793 más en 24 horas, y el número total de contagios es de 53.578, contando con los muertos, los enfermos actualmente y los curados.
"Ralentizamos el motor de Italia, pero no lo detenemos"
El primer ministro subrayó que todas las empresas deben fomentar el teletrabajo y que sólo continuarán trabajando los empleados que realicen actividades "relevantes para la producción nacional" en fábricas de todo el país.
"Ralentizamos el motor de Italia, pero no lo detenemos", apuntó, consciente de que las regiones más castigadas son Lombardía, Emilia Romaña y Véneto, que juntas representan el 40 por ciento del producto interior bruto (PIB).
El primer ministro también se refirió a la polémica desatada en el país después de que algunas regiones como Véneto hayan decidido cerrar los supermercados los domingos y los días de fiesta para evitar concentraciones de gente.
Algunos en el país están en contra de esta propuesta, como el ex primer ministro y líder de la gobernante Italia Viva, Matteo Renzi, que ha dicho que sería un error porque crearía largas colas y se incrementaría el riesgo de contagios.
"No hay ninguna restricción a los días de apertura de supermercados, invito a todos a mantener la calma, no hay necesidad de acudir en masa y crear largas colas", argumentó.
Conte animó a todos los italianos a respetar "las normas, con paciencia, responsabilidad y confianza" para que el número de contagios disminuya, y reconoció que "quedarse en casa no es fácil" pero que es la única solución para proteger las vidas de todas las personas.
"Nuestro sacrificio de quedarnos en casa es mínimo comparado con el que hacen otros ciudadanos, trabajadores en hospitales, miembros de las fuerzas del orden, empleados de supermercados y servicios públicos. Hombres y mujeres que no solo van a trabajar, sino que cumplen cada día con un acto de gran responsabilidad hacia la nación", concluyó.