Empresario gallego fue detenido por robar dos millones de mascarillas
El material sanitario buscaba ser revendido en Portugal.
Los implementos sustraídos fueron avaluados en unos cinco millones de euros, más de 4 mil millones de pesos.
Se dieron por perdidas las mascarillas por haber sido extraídas de las cajas que permitían su trazabilidad.
La Policía gallega detuvo a un empresario de Santiago de Compostela por el robo de dos millones de mascarillas y otros materiales sanitarios en medio de la emergencia por el Covid-19, para poder revenderlas en Portugal.
Según informó ABC Galicia, estos implementos debían estar en una nave industrial de una compañía que pasaba por un concurso de acreedores, pero las autoridades sanitarias comprobaron que todo este material -avaluado en unos cinco millones de euros (4.598.261.478 pesos chilenos)- fue sustraído casi en su totalidad.
Los autores del robo se llevaron "gran cantidad de mascarillas del modelo FFP2, guantes quirúrgicos, pantalones, uniformes sanitarios, botiquines y alcohol", pero dejaron atrás botas y botiquines.
"Todo parece indicar que el robo se produjo cuando la pandemia del coronavirus ya estaba presente en varios países y era considerado un problema de salud pública. (Los responsables) eran plenamente conscientes de que éste era un material muy necesario en la lucha contra la enfermedad y que ya empezaba a escasear en el mercado", indicaron desde la Vicepresidencia de la Xunta de Galicia.
Los delincuentes -que se tomaron 40 horas para el delito- fueron captados por las cámaras de seguridad, además de existir testigos y pruebas al interior de la nave, y "toda la investigación apuntó a un empresario de la ciudad" que había sido visto en los alrededores.
Según la indagatoria, "tras robar el material sanitario, éste fue vendido a una empresa afincada en Portugal".
El empresario fue detenido el sábado y ya prestó declaración, encontrándose a disposición judicial.
Se trabaja para dar con el resto de los involucrados en el delito y con quienes recibieron el material en Portugal, pero se dieron por perdidas las mascarillas por haber sido extraídas de las cajas que permitían su trazabilidad.