Cuarentenas por Covid-19 han reducido el ruido sísmico
"La gente de verdad está en casa y está haciendo vibrar menos la Tierra", dicen expertos internacionales.
El fenómeno también se registró en nuestro país, confirmó el Centro Sismológico Nacional.
La disminución de las vibraciones producto de las actividades humanas no implica una disminución de la sismicidad natural.
Un inesperado efecto tuvo la medida de quedarse en casa por la cuarentena a raíz de la pandemia de coronavirus Covid-19, ya que la disminución del flujo vehicular y el cese de muchas actividades provocó la reducción del ruido sísmico a nivel mundial.
Esta calma provocada por la disminución de la actividad humana fue registrada por instrumentos sismológicos como una baja de la vibración en la corteza terrestre, fenómeno que también se pudo registrar en Chile.
Este efecto se pudo apreciar al comparar el registro de la estación de prueba que tiene el Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile en Santiago, MT 18, donde se evidencia que el ruido sísmico disminuyó durante los días de cuarentena que enfrentó la ciudad.
En concreto, el ruido sísmico son vibraciones en la corteza terrestre producidas de forma natural, por ejemplo, por las olas del mar o el viento, o de forma artificial, como el paso de un tren, una demolición o una explosión.
El director del Centro Sismológico Nacional, Sergio Barrientos, detalló que "toda actividad humana genera vibraciones en la Tierra, estas vibraciones antrópicas, denominadas como 'ruido sísmico' pueden ser capturadas por los sismómetros de mucha sensibilidad, y se pueden reconocer muy bien al comparar los registros sísmicos (sismogramas) que se obtienen durante el día y aquellos que se generan durante la noche, en algunos casos también los fines de semana".
"Las estaciones muestran que la gente de verdad está en casa y está haciendo vibrar menos la Tierra", complementó a la BBC Thomas Lecocq, sismólogo del Observatorio Real de Bélgica.
Eso sí, la disminución de las vibraciones producto de las actividades humanas no implica una disminución de la sismicidad natural.
Mejor detección de sismos menores
Esta disminución permitiría una mejor detección de sismos de menor tamaño, explicó Barrientos.
"Si se cuenta con un instrumento lo suficientemente sensible y un bajo nivel de ruido, es posible captar las vibraciones producidas por un sismo de magnitud del orden de 5, o superior, en cualquier parte de la Tierra", aseveró.
"El 'ruido sísmico ambiental' es como observar el paisaje a través de una ventana que no está completamente limpia", indicó Barrientos, por lo que la reducción de este ruido "permite la detección de sismos de menor tamaño, es indudable que un menor ruido sísmico en el ambiente facilita la mejor identificación y caracterización de las diferentes ondas producidas por estos pequeños temblores, de modo es posible estudiarlos de mejor manera".