Servicio Jesuita a Migrantes: Discriminación a haitianos demuestra que Chile no cambió
"Lo que yo vi en Quilicura no lo vi en el sector oriente de la capital", manifestó el director del SJM, José Tomás Vicuña.
"Nos lavamos mucho las manos en estos días, pero nos falta también lavarnos el corazón y la boca", agregó.
Al menos 33 de las cerca de 250 personas que habitan un cité en Quilicura han dado positivo por Covid-19.
El director del Servicio Jesuita a Migrantes, José Tomás Vicuña, comentó en El Diario de Cooperativa la situación vivida por un brote de Covid-19 en un cité de Quilicura, habitado en su mayoría por ciudadanos haitianos, y manifestó que "al ver el racismo estos días, lamentablemente me doy cuenta que Chile no cambió".
"Al ver el racismo estos días, con todo lo del cité, lamentablemente me doy cuenta que Chile no cambió. Había niños y niñas que nacieron acá, de padres haitianos. Lo que yo vi en Quilicura no lo vi en el sector oriente de la capital. El problema no es Haití, somos nosotros parece, y es decepcionante", expresó.
El sacerdote añadió que "se dice que hay un choque cultural, pero el choque cultural no ocurre sólo con el otro, ocurre también conmigo, no son sólo ellos los que tienen un problema, parece que nosotros también tenemos un problema de comunicación, y en una sociedad tenemos que seguir juntos, no puede haber una lógica de poder, porque eso al final significa abuso".
Vicuña remarcó que "ser migrante es ser persona, es tener una familia, historia, sentimientos. A ratos creo que nos lavamos mucho las manos en estos días, pero nos falta también lavarnos el corazón y la boca".
El religioso jesuita también criticó que "hay muchas personas migrantes que han sufrido más en Chile, por el trato que han recibido, que al partir de sus países y dejar toda su historia, y eso es triste. (...) Es algo mutuo, no es sólo que nosotros tenemos que hacer el esfuerzo, ellos también, son seres humanos. ¿El problema es Haití o es nuestro racismo?".
Finalmente, Vicuña destacó que "ayer hubo muchas personas chilenas, desde funcionarios municipales a la Seremi de Salud, y personas que llevan bastante tiempo trabajando ahí, que ayudaron y la lástima es que esos ejemplos salen menos y salen mucho más hablando barbaridades que todas las personas que van tratando de dar brotes de esperanza".