Vándalo que quemó una micro en Plaza Italia fue condenado a cuatro años, pero de libertad vigilada
La Fiscalía logró una de las primeras sentencias por hechos de este tipo ocurridos en medio de la crisis social.
El sujeto era conocido para las policías por sus vínculos "anarquistas".
Según los antecedentes, el sujeto fue identificado dentro de una turba que atacó la máquina.
El Ministerio Público logró uno de los primeros fallos en la Justicia contra autores de actos vandálicos ocurridos en el marco de las protestas tras el estallido social de octubre.
Una pena de cuatro años y medio de libertad vigilada deberá cumplir un sujeto, identificado con las iniciales C.D.G., dueño de una imprenta, por quemar un bus del Transantiago en el sector de Plaza Baquedano, cuando una turba atacó la máquina.
La investigación en su contra fue formalizada el 19 de diciembre pasado y el proceso finalizó esta semana en un juicio abreviado -al que pudo acceder beneficiado por su irreprochable conducta anterior y su colaboración con la indagatoria-, en el que fue condenado por los delitos del artículo 477 N°1 del Código Penal y el 268 sexies, que sanciona a aquellos que, "mediante violencia o intimidación, retuvieren o tomaren el control de un vehículo de transporte público".
La investigación
De acuerdo con El Mercurio, era "conocido" por la Dirección de Inteligencia Policial de Carabineros (Dipolcar) por vínculos anarquistas, y el día del hecho fue identificado por un funcionario de civil de la institución, que lo grabó.
Cuando ya lo perdió de vista, avisó a la división y un dron institucional siguió registrando el recorrido de éste: en eso, fue filmado un momento en que se cambia de ropa, instantes en que se saca un casco, antiparras y quedó a rostro descubierto.
Incluso fue visto por un segundo funcionario de la Dipolcar, que logró "reconocerlo como un anarquista que era un 'blanco investigativo'" de la inteligencia policía desde hace dos años, subrayó el persecutor Patricio Cooper, de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte; sin embargo, logró huir saltando la reja de la ex Posta Central, donde se le impidió el ingreso a los funcionarios de Carabineros.
Tras ello, la Fiscalía solicitó autorización judicial para intervenir el número telefónico: no se grabaron sus conversaciones, ya que el objetivo sólo era georreferenciarlo, y se logró determinar que estuvo en las calles Portugal, Carabineros de Chile y en las inmediaciones de Plaza Italia, y los horarios de ello; ubicaciones que "eran los mismos puntos" que indicó el funcionario que hizo el seguimiento, dijo el fiscal.
Luego de eso, se pidió una orden de entrada y registro a un domicilio del imputado en La Florida, donde se incautó "la polera morada, la misma que se puso para salir caminando como si nada, el mismo buzo y zapatillas, y el celular, que era el mismo intervenido", además de una revista anarquista donde se detalla cómo fabricar bombas molotov, detalló el persecutor.