Blumel comprende protestas contra el hambre en Santiago, pero advierte "mucho riesgo sanitario"

El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, afirmó que comprende el enfado de la gente expresado en las protestas que se han registrado en algunos barrios de la zona sur de Santiago para reclamar al Gobierno ayudas ante la crisis económica y social que acompaña a la pandemia del coronavirus, pero advirtió que éstas constituyen "una situación de mucho riesgo en materia sanitaria" cuando el país registra una considerable alza de contagios y fallecidos.

La jornada de ayer tuvo su punto más candente en las comunas de San Bernardo y Cerro Navia, en la periferia sur de la capital, donde vecinos nuevamente se congregaron desde la mañana y hasta horas de la tarde, con cacerolazos, fogatas y barricadas, para denunciar la falta de alimentos y la pobreza que sufren a causa de la cuarentena decretada para tratar de contener la crisis sanitaria.

"El impacto que está teniendo el Covid es muy grande y por lo tanto hay algunas personas que han salido a manifestarse a las calles. Nosotros comprendemos la angustia y la dificultad, pero también es una situación de mucho riesgo en materia sanitaria. Por algo estamos haciendo las cuarentenas", dijo el ministro Blumel a la prensa. 

"También es cierto que cuando ocurren estas situaciones Carabineros tiene que actuar y, en ese sentido, la institución ha venido implementando un conjunto de nuevas prácticas para poder interactuar con las personas, para que depongan su actitud", aseguró el "número dos" del Gobierno. 

A diferencia de las protestas que se registraron a mediados de mayo en la comuna de El Bosque, que se saldaron con una veintena de detenidos y cruentos enfrentamientos entre manifestantes y carabineros, las manifestaciones de este martes transcurrieron en su mayoría de manera pacífica.

En este sentido, el jefe de gabinete advirtió que "por supuesto que cuando se cometen delitos violentos, en ese caso Carabineros tiene que actuar con mucha energía y mucho rigor".

ANTECEDENTES DE LA CRISIS

El frenazo en seco de las actividades económicas por la crisis sanitaria, que ya suma casi 80.000 contagiados y más de 800 fallecidos en el país, destruyó entre marzo y abril medio millón de empleos en el país y miles de personas que tenían trabajos informales se han quedado sin ningún ingreso.

El Banco Central estima que el PIB se contraerá hasta un 2,5 por ciento este año, aunque los organismos internacionales sitúan la caída en el 4 por ciento, mientras que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) calcula que la pobreza podría pasar del actual 9,8 por ciento al 13,7 por ciento en 2020.

El Gobierno ha anunciado un paquete de medidas para los más vulnerables, en el que se incluye el reparto de 2,5 millones de cajas de alimentos y productos de higiene y un Ingreso Básico Familiar (IBF) durante tres meses, pero los vecinos se quejan de que la ayuda tarda en llegar y de que es insuficiente.

El intendente metropolitano, Felipe Guevara, quien participó en la primera entrega de cajas de mercadería en la comuna de Maipú, anunció que a contar de este jueves y en coordinación con los municipios aumentarán el número de canastas que se distribuyen diariamente para acelerar la entrega del total.

"Será lo más breve posible y eso depende, en gran medida, de la capacidad de producción de cajas, y eso va bien encaminado, y en la capacidad que tengamos de entregar las cajas", señaló la autoridad regional. 

Chile se encuentra bajo estado de excepción, con toque de queda nocturno, con colegios, universidades y fronteras cerradas, así como la mayoría de los comercios que no sean de primera necesidad, y con cerca de 7 millones de personas confinadas en la capital desde hace al menos dos semanas.