El recién asumido obispo de San Felipe, Gonzalo Bravo, rechazó las acusaciones que realizó la Red Laical de Valparaíso por, supuestamente, encubrir al entonces obispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte, en casos de abusos sexuales. 

Duarte fue denunciado por ex seminaristas por los delitos de abuso sexual, encubrimiento y asociación ilícita, caso que fue desestimado por la justicia civil, mientras que en la justicia eclesiástica, los antecedentes del caso fueron enviados desde Valparaíso a Roma, a la espera de una resolución.

En el caso de Bravo, los laicos afirmaron que uno de los denunciantes, Mauricio Pulgar, pidió ayuda al hoy obispo de San Felipe, quien se habría negado. También lo acusan de abuso de conciencia y poder, además de levantar calumnias y falsos argumentos.

Ante estas acusaciones, el obispo Bravo sostuvo que Duarte "no tenía un secretario permanente y yo claramente no pude ser secretario de él por esta misma razón, y respeto de la denuncia de (Jaime) Da Fonseca (ex párroco de Quilpué, destituido por el Vaticano) en la cual yo habría obstaculizado, fue todo lo contrario, yo inicié el proceso para que se iniciara una investigación seria".

"Si alguien tuviera algún antecedente de abuso de poder, estoy disponible para conversar, para acoger (...) si alguien tiene algo que decirme, conversémoslo. Estoy siempre abierto al diálogo".

"Jesús nunca se relacionó con los pobres"

Los laicos también acusaron que el obispo Gonzalo Bravo, como profesor de Teología en la PUCV, ha enseñado que Jesús nunca se relacionó con los pobres, lo cual "contraviene los fundamentos de la doctrina social de la Iglesia", dicen en un comunicado.

Junto con estas acusaciones, desde la Red Laical de Valparaíso pidieron que el papa Francisco que replanteara el nombramiento y designara a otro sacerdote como obispo de San Felipe.