Putin no descarta volver a presentarse a las elecciones presidenciales
La actual Constitución de Rusia no permite que un mandatario sea electo por dos periodos consecutivos.
Debido a esto, se realizará un plebiscito el 1 de julio para que el mandatario ruso pueda mantenerse en el cargo.
"Tenemos que trabajar, no buscar sucesores", enfatizó.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, no descarta volver a presentarse a otro mandato presidencial si los rusos adoptan el próximo 1 de julio las enmiendas constitucionales que le permitirían permanecer en el Kremlin después 2024.
El mandatario sostuvo una entrevista en el canal de televisión Rossía-1, donde apuntó que "no he tomado una decisión aún. No descarto presentarme (a las elecciones) si así lo estipula la Constitución. Veremos".
La actual Constitución de 1993, no permite el ejercicio de la jefatura del Estado durante "más de dos mandatos consecutivos", pero se han realizado cambios aprobados por el Parlamento y el Tribunal Constitucional (TC) que eliminan la palabra "consecutivos" y permitir a Putin postularse a la reelección.
El mandatario ruso indicó que si no se adoptan las enmiendas a la Constitución, que le permitirían estar en el cargo hasta el 2036, en dos años comenzará la búsqueda de un posible sucesor y ello sería contraproducente.
"Tenemos que trabajar, no buscar sucesores", enfatizó.
Plebiscito
El plebiscito sobre las enmiendas a la Constitución estaba previsto para el 22 de abril, pero fue aplazado al 1 de julio por la pandemia del coronavirus, donde se aprobará o rechazará el proyecto de ley de reforma constitucional que trata de casi 200 enmiendas.
Una de ellas, es la propuesta que permite a Putin permanecer en el cargo después de 2024, ya que por ley se obliga dejar el cargo tras dos mandatos consecutivos (2012-2018 y 2018-2024).
"La actual Constitución fue adoptada en un periodo especial, cuando hubo la más grave crisis interna, cuando los tanques dispararon al Parlamento y se produjeron choques con víctimas en Moscú", indicó el presidente ruso.
Se refería a los violentos enfrentamientos en septiembre de 1993 en Moscú que culminaron con el cañoneo del Soviet Supremo (Parlamento), crisis que dejó casi 160 muertos y acabó con el sistema de poder creado en 1917 por los bolcheviques.