Los polinesios y los nativos americanos entraron en contacto antes de que llegaran los europeos
Científicos hallaron evidencia concluyente del contacto entre antiguos isleños e indígenas del continente, algo que había sido muy discutido durante décadas.
El descubrimiento genético fue publicado en la revista "Nature".
El contacto entre los antiguos polinesios y los nativos americanos ha sido motivo de discusión en el mundo arqueológico e histórico. Ahora, un profundo análisis genético desvela que sí tuvieron interacción y siglos antes de la llegada de los europeos.
"La genómica se encuentra en una etapa en la que puede hacer contribuciones realmente útiles para responder a preguntas aún sin responder", resume Alexander Ioannidis, de la Universidad de Stanford en Estados Unidos, y uno de los autores de este trabajo.
Para Ioannidis, "es realmente emocionante que nosotros, como científicos de datos y genetistas, podamos contribuir de manera significativa a nuestra comprensión de la historia humana".
Para llevar a cabo la investigación, Ioannidis y un equipo de científicos internacionales reunieron datos genéticos de más de 800 habitantes indígenas vivos de Colombia y la Polinesia Francesa, realizando amplios análisis genéticos para encontrar señales de ascendencia común.
Los resultados se publican en la revista Nature y en el estudio participan también investigadores del Centro de Investigación de Estudios Avanzados de México.
Hasta ahora, los defensores de la interacción entre los nativos americanos y los polinesios argumentaban que existían elementos culturales comunes, como una palabra similar utilizada para un alimento básico agrícola compartido, que insinuaban que las dos poblaciones se habían mezclado antes de que los europeos se establecieran en Sudamérica.
Y es que la batata (conocida como camote en Chile), que originalmente fue domesticada en América del Sur y Central, también ha sido conocida por crecer en Oceanía, incluyendo la Polinesia.
"La batata es nativa de América, pero también se encuentra en islas a miles de kilómetros de distancia", detalla Ioannidis, quien añade que, "además, la palabra 'camote' en las lenguas polinesias parece estar relacionada con la palabra utilizada en las lenguas indígenas americanas en los Andes".
Por eso, la superposición de culturas hizo que algunos arqueólogos e historiadores pensaran que no sólo era factible, sino probable, que la llegada de la papa a la Polinesia fuera el resultado de la mezcla de los dos pueblos. Los investigadores creen que los polinesios desembarcaron en lo que hoy es Colombia.
Aquellos que no estaban de acuerdo con que esta interacción entre nativos americanos y polinesios, argumentaban, entre otros, estudios contradictorios y el hecho de que los dos grupos estaban separados por miles de kilómetros de mar abierto.
Este nuevo estudio es el primero que demuestra, mediante análisis genéticos concluyentes, que los dos grupos se encontraron y lo hicieron antes de que los europeos llegaran a América del Sur.
Para llevar a cabo este trabajo, los investigadores analizaron el ADN de cientos de polinesios y colombianos. En total, recogieron muestras de saliva de 807 participantes en 17 islas de la Polinesia y 15 grupos de nativos americanos a lo largo de la costa del Pacífico, desde México hasta Chile.
El objetivo, buscar fragmentos de ADN característicos de cada población y segmentos "idénticos por descendencia", es decir, heredados del mismo antepasado hace muchas generaciones.
Los resultados ponen de manifiesto que polinesios y nativos americanos se conocieron en un momento de la historia y durante ese tiempo tuvieron descendencia con ADN tanto de nativo americano como de polinesio.
Los análisis estadísticos confirmaron que el evento ocurrió en la Edad Media, alrededor del año 1200 de esta era.