Argentina seguirá en cuarentena, aunque más suave, hasta el 2 de agosto
El confinamiento, en particular en Buenos Aires, se abrirá de forma escalonada desde el sábado, gracias a la estabilización de los contagios de Covid-19.
En la capital implicará la reapertura de comercios y mayores libertades para actividades recreativas, como se decretó para el resto del país hace semanas.
La cuarentena argentina ha sido una de las más extensas y estrictas del mundo.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció este viernes una nueva prórroga, hasta el 2 de agosto, en Buenos Aires y otras zonas del país con gran circulación del coronavirus, de la cuarentena que rige desde hace casi cuatro meses, que, tras dos semanas de rígidas medidas, será flexibilizada.
"Entre el 18 de julio y el 2 de agosto vamos a ir tratando de volver a la vida habitual en este nuevo mundo diferente, que nos exige cuidados diferentes y lo vamos a hacer escalonadamente", dijo el mandatario, flanqueado, como es habitual, por el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador de la provincia bonaerense, Axel Kicillof, pero también, de forma virtual, por los mandatarios provinciales de Jujuy, Chaco y Río Negro.
Desde el 1 de julio pasado regía en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) una etapa más rígida del aislamiento social obligatorio decretado el 20 de marzo, porque se estaba registrando un rápido aumento de casos en esa zona, en la que viven alrededor de 14 millones de personas.
"Tenemos algunos datos optimistas que nos permiten pensar que este tiempo en que tuvimos aislamiento en el AMBA, ha servido, ha sido útil y nos ha permitido corregir estas cosas, pero eso no quiere decir que hayamos superado el problema", recalcó el presidente.
CAMBIOS EN LA CAPITAL
Rodríguez Larreta especificó que la ciudad está proyectando un plan de apertura, que podrá tener avances o retrocesos según la evolución de los contagios, que consta de seis etapas.
La primera se alargará durante las siguientes dos semanas, en las que se irán habilitando actividades de forma progresiva, como la reapertura de comercios no esenciales "en forma gradual", empezando por los del barrio, a los que se irán sumando los despachos de abogados y peluquerías, que llevan cerradas desde marzo.
También se recuperará la actividad física al aire libre desde el próximo lunes y se aumentarán los días de las salidas de niños, junto a sus papás, que hasta ahora solo se permitían los fines de semana, pero se mantendrán los estrictos controles de tráfico para que solo circulen los trabajadores de sectores esenciales.
Además, también se permitirá la apertura de templos religiosos para que pueda darse el rezo individual de no más de 10 personas a la vez.
Por su parte, Kicillof apostó por que en el cinturón de ciudades que rodea a la capital, que es de su competencia, se realice una "cuarentena intermitente", que permita de "manera escalonada y lenta" volver a la etapa anterior, más suave, que solo se sostendrá en la medida de que no vuelva a aumentar la curva de casos.
"Todos, todas y todes hemos hecho un gran logro y por eso no debemos bajar los brazos", alertó el presidente, para recalcar que si en medio de la flexibilización hay un empeoramiento de la situación y "hay que volver atrás", se volverá atrás.
LOS OTROS PUNTOS AFECTADOS
Tras la provincia bonaerense, con 63.204 contagios, y la ciudad de Buenos Aires, con 42.311, el tercer distrito con más casos es la norteña provincia del Chaco, con 2.793.
Asimismo, en Jujuy, también al norte, y Río Negro, en la Patagonia, se empezaron a ver nuevos rebrotes destacados estos días atrás, por lo que en todos estos territorios se mantendrán desiguales medidas de restricción, mientras que en otros, donde hace semanas que no hay contagios o están muy controlados, se asienta la nueva normalidad.
Esto quiere decir, según Fernández, que hay que tener presente que el riesgo está "todavía latente" y no solo concentrado en el AMBA, a pesar de que todo el esfuerzo realizado hasta ahora no ha sido "inútil".
"El promedio de contagio es de 37 años. Y le quiero hablar a esa gente. No son inmunes al contagio, puede llegarnos a todos. Las personas fallecidas son de más de 73 años en promedio, por tanto les pido que (...) sigan aislándose en sus casas", aconsejó.
MAS DE 2.000 FALLECIDOS
Según los últimos datos, difundidos esta mañana por el Ministerio de Salud, desde principios de marzo, Argentina ha registrado 114.783 personas contagiadas -a través de 519.281 pruebas diagnósticas, que equivale a 11.443,8 muestras por millón de habitantes- de las que 49.780 ya se recuperaron.
En total, son 2.133 los fallecidos.
Por la escalada de casos de las últimas semanas, el gobierno alertó del peligro de colapso en el sistema sanitario: hasta este jueves, las camas de terapia intensiva están al 53,9 por ciento de su ocupación en el ámbito nacional y al 64 por ciento en Buenos Aires y su periferia.
"Si no hubiéramos trabajado como trabajamos para incrementar el numero de camas, hoy tendríamos ocupado el 72 por ciento de camas de terapia intensiva y estaríamos mucho más cerca de la saturación", valoró Fernández.
AGRAVAMIENTO DE LA CRISIS ECONOMICA
Argentina lleva dos años en recesión; tiene al menos al 35,5 por ciento de su población en la pobreza y se encuentra inmersa en un dilatado proceso de negociaciones para reestructurar su alta deuda externa, un contexto que ahora se ve agravado por la irrupción del coronavirus y los efectos de la cuarentena en la economía de las familias y las empresas, lo que ha llevado al gobierno a desembolsar alrededor de un 3 por ciento del producto interior bruto en subsidios.
"Que todos sepan que vamos a estar ayudando a todos y todas, a comerciantes, trabajadores sin trabajo... no vamos a dejarlos abandonados en este tiempo, son nuestra prioridad", recalcó el jefe de Estado, que volvió a comparar a Argentina con el resto de países de América.
"Fíjense lo que logramos, miren Argentina, siempre estamos acá, entre los países gracias a dios con menos cantidad de muertos", añadió señalando una estadística.
Mientras se trata de avanzar a una mayor normalidad, el gobierno, según insistió, seguirá trabajando en el sistema de salud, en investigaciones científicas, y con laboratorios que buscan hallar la vacuna que acabe con el virus.