Superintendencia de Salud detecta faltas en protocolos por muerte de nonato en Hospital Fricke
El organismo estableció que no se informó a un médico residente y que una persona firmó registrando tres nombres.
El diputado Andrés Celis (RN) pide la salida del director de recinto.
EL hecho ocurrió en junio de 2019.
La Superintendencia de Salud detectó faltas en los protocolos aplicados a una mujer con 36 semanas de gestación que acudió al Hospital Fricke de Viña del Mar, no recibiendo la atención adecuada.
Lo anterior afectó a una paciente con patologías de base, en ausencia de un médico residente, fue mal categorizada, lo que desencadenó la muerte del bebé.
El día 19 de junio Alexandra Rivas (26) había consultado por ausencia de movimientos fetales siendo categorizada como C4, el 21 de dicho mes volvió con contracciones y sangrado siendo categorizada como C3, según constató la Superintendencia de Salud en su informe.
El documento agrega que a las 3.52 horas del 21 de junio, y tras la revisión de una doctora, se comprobó que la guagua estaba viva y que había "falso trabajo de parto antes de las 37 semanas completas de gestación".
A las 8.48 horas, el informe agrega que hubo una nueva visita a la mujer, quien "refiere trabajo de parto" y posterior a la 10.00 horas "la hipótesis diagnóstica que la doctora registra en el DAU es 'Óbito fetal'", es decir, la muerte del feto.
La situación fue denunciada ante la Superintendencia de Salud por el diputado Andrés Celis (RN), miembro de la Comisión de Salud de la Cámara.
"Las negligencias de este caso son evidentes y graves y así lo soslaya la Superintendencia", indicó el parlamentario.
"Agregó que "sin perjuicio de las responsabilidades personales que existen, es el director -como superior del Servicio- quien debe asumir su carga en el cumplimiento de los protocolos de atención y en la supervisión y resguardo de las atenciones brindadas por alumnos, internos y/o becados y es por ello que mi llamado es que dé un paso al costado. Es inconcebible que, a más de un año del grave hecho, las investigaciones y auditorías ordenadas por él, no estén finalizadas", puntualizó Celis.
Mala categorización
Tras la revisión que el órgano fiscalizador hizo, estableció que "entre los antecedentes clínicos de la paciente, se observa que la categorización no es realizada de acuerdo al protocolo del propio hospital, ya que, ella consulta por ausencia de movimientos fetales, lo que se encuentra en categoría C2, no obstante, los DAU revisados indican que la paciente es categorizada en C3 y C4".
Asimismo, la conclusión agrega que "en la evolución médica del día 21 de junio de 2019, donde la doctora indica el alta de la paciente, firma sólo una persona registrando el nombre del médico, de la becada y de un interno, lo que es grave e irregular".
"Lo anterior, debido a que en los propios análisis que realiza el prestador señala que la becada no informó la situación al médico residente, sino que tomó su propia decisión, lo que llevó finalmente a una muerte fetal", sostiene el informe.
Agrega que "la revisión de los registros clínicos, permiten deducir que el prestador no cuenta con protocolos clínicos conocidos por sus funcionarios para el manejo de pacientes de alto riesgo obstétrico".
"Las negligencias de este caso son evidentes y graves y así lo soslaya la Superintendencia", dijo el diputado Celis.
Agregó que "sin perjuicio de las responsabilidades personales que existen, es el director -como superior del Servicio- quien debe asumir su carga en el cumplimiento de los protocolos de atención y en la supervisión y resguardo de las atenciones brindadas por alumnos, internos y/o becados y es por ello que mi llamado es que dé un paso al costado. Es inconcebible que, a más de un año del grave hecho, las investigaciones y auditorías ordenadas por él, no estén finalizadas".