Cientista político: El beneficio a futuro del proceso constituyente paga con creces su costo
A 30 días del plebiscito, Claudio Fuentes, académico de la UDP, analizó algunas de las principales materias de debate que han marcado la previa del proceso.
Tras el arranque de la franja electoral, el profesor prevé "poco impacto" en la decisión de los votantes.
El cientista político Claudio Fuentes, académico de la Universidad Diego Portales, analizó en Cooperativa el arranque, este viernes, de la propaganda televisiva para el plebiscito constitucional del 25 de octubre, con el que Chile se adentra en los 30 días más cruciales para su futuro político.
Los partidos políticos y las organizaciones civiles contarán hasta el 22 de octubre con dos bloques diarios de 15 minutos de televisión, a mediodía y por la tarde, para tratar de convencer a la ciudadanía de votar a favor -"Apruebo"- o en contra -"Rechazo"- de derogar la actual Constitución, heredada de la dictadura militar.
"Creo que (la franja) va a tener poco impacto (en la decisión de los votantes). Aún más si pensamos la estructura, o sea, esto de tener segundos segmentados, lo que hace que al final el mensaje no llegue", afirmó Fuentes en entrevista con Lo Que Queda del Día.
"Lo que muestran los estudios fuera del país es que, en general, el efecto de los avisos es reforzar tus ideas previas más que a cambiar tu opinión. Es decir, generalmente tú ves lo que quieres ver, más que mirar objetivamente la televisión y ver los distintos avisos y decidir en ese momento", explicó el profesor universitario.
"LEGITIMIDAD SOCIAL"
A lo largo de la conversación con Cooperativa, Claudio Fuentes analizó tres de las principales materias de debate que han marcado la previa del plebiscito: la participación ciudadana en el proceso, los contenidos de una eventual nueva Carta Magna y el costo que implica su realización.
En relación a la primera cuestión, la convocatoria, Fuentes dijo que "una alta participación va a ayudar mucho a generar un ambiente político y social de legitimación del proceso. Hay una discusión más sustantiva a la legitimidad social. Yo creo que si va a votar el 20 por ciento partiría no muy bien la Convención, mientras que si va a votar más del 50 por ciento, o 60 y 70 por ciento, la legitimidad social que adquiere, la importancia que los actores políticos le van a dar por el hecho de que la gente participe, va a ser mucho mayor".
LABOR DE LOS CONVENCIONALES
Sobre los contenidos de la nueva Constitución, Fuentes dijo que influirá "el equilibrio de poderes" en la constituyente. "Si eso lo acompañas con la regla de los 2/3, lo que deberías esperar es una Constitución no tan maximalista, llena de derechos o compleja", afirmó.
Asimismo, "va a depender mucho de la presión social: si los actores ciudadanos se activan en algunos temas clave, podría generarse un movimiento de la Constitución hacia derechos sociales, más Estado, etcétera. Eso dependerá de cuánta activación social exista", agregó.
Por último, un tercer elemento que debería influir en la redacción, según Fuentes, es "la tradición jurídico-constitucional chilena": "No veo que llegue una Constitución desde la Luna. Yo veo bastante continuidad, no igual a la de 1980, pero sí desde el punto de la reflexión jurídica que hay y que es muy extensa en el caso chileno", puntualizó.
Respecto al costo que implica el proceso constituyente, Fuentes considera que "el beneficio para tener una democracia estable, con buenas instituciones, funcionando por 30, 40 o 50 años, vale la pena pagarlo, en términos del ingreso que se dá".
"Preferiría tener convencionales que se dediquen 100 por ciento a su trabajo de escribir una Constitución y que estén pagados adecuadamente, a personas que trabajan ad honorem y que estén con conflictos de interés y preocupados de otras cosas mientras escriben la Constitución. Desde esa perspectiva, creo que el beneficio a futuro para el país con creces paga el costo", señaló.