Se recrudecen los combates por Karabaj entre armenios y azerbaiyanos
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió un "urgente alto el fuego".
Bachelet denunció el uso de armamento ilegal como bombas de racimo: "dicha munición debe parar inmediatamente", puede explotar y matar años después, advirtió.
Los líderes de ambos países se reunieron en Rusia para mediar el cese al fuego.
Los combates se recrudecieron hoy en el flanco sur de Nagorno Karabaj, donde Bakú dijo haber tomado una ciudad estratégica, mientras armenios y azerbaiyanos mantenían en Moscú sus primeras negociaciones para un alto el fuego reclamado insistentemente por Rusia y Occidente.
"He dado un vuelco al statu quo en el campo de batalla. No existe. ¿Línea de separación? No la hay. La hemos superado y destruido", dijo el presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, en una declaración televisada a la nación.
Ambos bandos reconocen que las hostilidades se han trasladado en los últimos días a la zona cercana a Irán, donde el Ejército azerbaiyano habría cosechado importantes éxitos.
ALÍEV CLAMA VICTORIAS EN EL FRENTE
Alíev precisó que las tropas azerbaiyanas habían tomado la localidad estratégica de Hadrut, además de otra decena de pequeñas aldeas ocupadas por los armenios durante los últimos 30 años.
"Cada día tenemos buenas noticias del frente", aseguró.
Subrayó que sus tropas avanzan imparablemente en dirección a la capital karabají, Stepanakert, debido a que "el Ejército azerbaiyano, tanto desde el punto de vista de equipación técnica como de preparación militar, domina claramente el campo de batalla".
"Ahora el conflicto se decide por la vía militar, después ya se hará por la vía política", proclamó.
Con todo, al igual que ocurriera hace días en Dzhabraíl, el ministerio de Defensa armenio refutó inmediatamente la declaración del líder azerbaiyano.
"Me encuentro en estos momentos en Hadrut y, por alguna razón, no veo a nadie, sólo armenios", dijo el portavoz castrense Artsrun Ovannisián, en Facebook.
STEPANAKERT, BOMBARDEADO
Además, los bombardeos continuaron sobre la capital karabají, Stepanakert, cuyos habitantes han sido evacuados en su mayoría a Armenia.
El defensor del Pueblo local, Artak Beglarián, denunció que la artillería y aviación azerbaiyanas siguen apuntando a objetivos civiles, incluido iglesias, lo que ha sido negado por Bakú.
Azerbaiyán respondió acusando a Armenia de disparar contra zonas pobladas en las regiones de Goranbói, Terter y Agdam, y de herir a tres civiles en Fizuli.
Alíev también volvió a negar hoy que cazabombarderos F-16 turcos estén martillando territorio karabají, como denuncian los armenios.
"Los F-16 vinieron a Azerbaiyán para participar en maniobras militares. Los F-16 están en tierra. No están volando y de ninguna manera están tomando parte en combates", señaló.
En total, el Karabaj reconoce una veintena de muertos civiles y Bakú informó hoy de 31 decesos, cifra que a Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) elevó a 53, incluido niños.
En cuanto a las bajas entre los combatientes, las autoridades karabajíes reconocieron hoy 376 soldados fallecidos tras la muerte de otros 26 en el campo de batalla.
Bakú nunca ha informado sobre el número de muertos en las filas de su Ejército, aunque Ereván habla de miles de muertos desde el estallido de los combates el pasado 27 de septiembre.
LA ALERTA DE LA ONU
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, alertó hoy sobre el sufrimiento de la población civil y el bombardeo de un gran número de viviendas y escuelas, por lo que demandó un "urgente alto el fuego".
"Es profundamente preocupante que en los últimos días zonas pobladas hayan sido alcanzadas con armamento pesado dentro y fuera de la zona de conflicto", señala.
Bachelet denunció el uso de armamento ilegal como bombas de racimo y llamó a ambos países a ratificar la convención que las prohíbe.
"El uso de dicha munición debe parar inmediatamente", aseveró, y agregó que esas bombas pueden explotar y matar muchos años después.
Y recordó a todos los países que tienen influencia sobre los bandos en conflicto que están obligados a hacer "todo lo que esté en su poder" para garantizar al respecto de la ley humanitaria, "incluido la protección de civiles".
También alertó sobre la posible propagación de Covid-19 en un escenario bélico cuando ambas partes están teniendo dificultades para contener el virus.
"Mientras la violencia continúa, algunos civiles se han mudado a sótanos y otros refugios (...)", donde es difícil mantener la distancia social y hay un acceso limitado a agua potable, señaló.
Los ministros de Exteriores de Armenia, Zohrab Mnatsakanián, y Azerbaiyán, Jeihun Bayrámov, se reunieron hoy en Moscú por primera vez desde el comienzo de las hostilidades a invitación del presidente ruso, Vladímir Putin, quien les instó a acordar un cese al fuego humanitario y a poner fin a lo que llama una "gran tragedia" en el Karabaj.