Crimen de Carolina Fuentes: El peritaje al celular del imputado que puso en jaque su relato
La Fiscalía sostiene que el presunto victimario nunca estuvo en Chillán el 30 de junio.
Además, le acusan de instalar información artificial para la generación de coartadas.
La defensa de Ricardo Neira asegura que el equipo fue incautado en forma ilegal, cuando era testigo y no imputado.
Un informe del historial de ubicación del teléfono celular de Ricardo Neira, fue clave para que se ordenara su prisión preventiva en la causa por el crimen de Carolina Fuentes, cuya investigación se mantuvo bajo total hermetismo hasta la audiencia de formalización.
Desde la Fiscalía de Ñuble presentaron antecedentes que desacreditan el relato de Neira, quien durante la búsqueda sostuvo que el día 30 de junio había ido a dejar a Carolina a las cercanías del terminal de buses de Chillán.
El fiscal Álvaro Hermosilla, presentó pruebas de georreferenciación que demuestran que "la ubicación que él tenía, solo corresponde a las comunas de Ninhue, Portezuelo y Quirihue, y permiten concluir que ese día nunca estuvo en Chillán".
La tesis de la Fiscalía es que ese día el imputado habría dado muerte a Carolina, llevando su cuerpo al sector Las Palmas, cerca de Quirihue, dejándolo ahí por tres semanas, regresando el 21 de julio, para arrojarlo al río donde finalmente fue hallado. Dicha presunción, estaría reforzada por el tráfico de datos del teléfono de Neira, que acreditaría su presencia en el lugar.
Intentos de coartadas
Otro antecedente relevante presentado por la Fiscalía es que el 01 de julio, el imputado envió un mensaje a Carolina, mediante la red social WhatsApp, donde le pide que le devuelva 95 mil pesos que le había prestado, recibiendo a los pocos minutos una respuesta desde el teléfono de la víctima, quien supuestamente se encontraba ya en otra ciudad.
"Ese mensaje lo mandó cerca de las 10:30 horas, y conforme a la ubicación georreferencial, el imputado se encontraba en el sector oriente de Chillán. Lo paradójico es que la respuesta del teléfono de la desaparecida fue desde la misma área de cobertura", explicó el fiscal Hermosilla.
El persecutor agregó que en los días que siguieron hubo mensajes emitidos desde el teléfono de la víctima, a sus hijos, esposo y familiares, conectándose a la red de internet desde el domicilio del imputado, lo que hace presumir que el aparato estuvo en su poder.
"Tenemos absoluta convicción que el imputado instaló esa información, de manera artificial, para generar coartadas, cometiendo el peor error durante el ocultamiento del delito, indicar cuál era la ubicación del teléfono y eventualmente delatar su participación", concluyó el fiscal.
Incautación del celular
El abogado defensor Antonio Guerra cuestionó la valides de este informe como medio probatorio, debido a que se habría obtenido vulnerando garantías fundamentales, ya que el equipo habría sido incautado en forma ilegal, bajo el disfraz de una entrega voluntaria.
Al respecto, explicó que el teléfono celular de Ricardo Neira le fue solicitado cuando declaró en condición de testigo y no como imputado, el día 09 de julio, y desde entonces el aparato fue sometido a pericias de electroingeniería.
"Lo que procedía era que interviniera un juez de Garantía para autorizar la entrega o incautación de dicho teléfono celular, que luego sirvió de base para que el Ministerio Público pidiera la orden de detención", precisó.
Cabe consignar que Ricardo Neira, luego de su detención, el pasado jueves, se acogió a su derecho a guardar silencio, por lo que no prestó declaraciones en calidad de imputado ante la PDI ni la Fiscalía.