En Coquimbo se hizo la primera cirugía de Parkinson de la zona norte
Intervención se realizó en el Hospital San Pablo de la comuna puerto.
Cirugía ayuda a reducir la rigidez, pérdida de movilidad, temblores y deterioro progresivo de los pacientes.
Este tipo de cirugías tiene un valor de 45 millones de pesos.
Un equipo médico compuesto por profesionales de los hospitales de Coquimbo y La Serena, trabajaron por seis horas y media para realizar la primera cirugía de Parkinson en el norte del país.
La intervención de Estimulación Cerebral Profunda fue encabezada por José Hortal, neurocirujano del Hospital de Coquimbo, quien señaló que es el primer paso para que esta sea una terapia que luego llegue todos los pacientes que sean candidatos.
“Abre una puerta para empezar a hacer cirugías de alto nivel tecnológico e intervenciones que no estaban pensadas para esta región ni el país, porque es un gran adelanto tecnológico”, agregó el médico que se especializó en Colombia y Barcelona.
Operación
La operación busca ser la llave para los pacientes que han visto cerrada la puerta, luego que el tratamiento farmacológico deja de tener efecto, ayudando a reducir la rigidez, pérdida de movilidad, lentitud, temblores y deterioro progresivo.
María Eugenia Contreras, neuróloga del Hospital de La Serena, lidera en la zona el proyecto "Cirugía de estimulación profunda en personas con enfermedad de Parkinson, con complicaciones motoras refractarias a terapia médica de la Región de Coquimbo" desde el año 2018, y explicó que serán ocho pacientes los que podrán acceder a una cirugía e implantación de un kit de estimulación cerebral profunda.
Tal accesorio hoy en día sólo se encuentra disponible en algunos centros de salud del sistema privado del país, con un costo cercano a los 45 millones de pesos, los cuales serán gestionados por la Fundación Desafío Levantemos Chile.
“Para todos nosotros este es un sueño hecho realidad, ya que personas que no podían acceder a esta efectiva cirugía, hoy pueden hacerlo a través del sistema público. Somos la primera región en el norte del país en hacerla y estamos muy contentos con este primer comienzo”, señaló Conteras, quien se especializó en Parkinson y Trastornos del Movimiento en el Hospital Clínico de Barcelona.
Proyecto
El proyecto se gestó hace más de dos años de la mano de la Agrupación de Pacientes con Parkinson, el cual fue presentado por el Servicio de Salud Coquimbo y finalmente, pudo hacerse realidad gracias a una inversión de 205 millones de pesos financiados por el Gobierno Regional, aprobados por el Consejo Regional.
“Se da inicio al proyecto que permite comenzar esta cirugía en los primeros ocho pacientes, en una intervención inédita que implica un trabajo conjunto de dos hospitales, para dar respuesta a pacientes donde la medicina y la farmacología no estaban haciendo el efecto deseado, lo que mejora mucho la calidad de vida", sostuvo Edgardo González, director (S) del Servicio de Salud Coquimbo.
Contreras agregó que los equipos se ganaron “este proyecto para ocho pacientes y comenzamos a operarlos ahora, pero esperamos que esto siga porque tenemos más pacientes que pueden necesitar esta cirugía. Esperamos que más adelante esto sea incluido en la Ley Ricarte Soto o en GES a nivel nacional”.
El paciente: como un niño despertando en Navidad
Luego de estar 15 años conviviendo con la enfermedad, Octavio Vega, dio el primer paso para hacer frente a los efectos de este trastorno neurodegenerativo que afecta a más de dos mil personas en la Región de Coquimbo.
“Amanecí como un niño que se despierta para abrir sus regalos en Navidad, porque esto es algo que hemos esperado tanto con mi esposa. Hoy, soy el primero y eso marca un hito. Yo fui diagnosticado a los 35 años de edad, me empezó temblando un dedo, el ojo, luego empecé a sentir rígida la parte izquierda de mi cuerpo y temblores, al principio fue muy difícil”, dijo Vega.
¿En qué consiste?
La cirugía de Estimulación Cerebral Profunda es una intervención que puede llegar a durar hasta 12 horas y se realiza con el paciente completamente despierto, mejorando la funcionalidad de la persona en un 50 por ciento y su calidad de vida hasta en un 30.
Se le instalan electrodos en el cerebro para estimular las neuronas, provocando que estas funcionen de una manera tal que puedan ser reguladas, mediante electricidad, la cual está administrada por una batería que va ubicada en el pecho del paciente y que envía la corriente por dos cables conectados a los electrodos, permitiendo cambiar las funciones del cerebro que están mal producto de la enfermedad-
“El cambio es inmediato, milagroso, porque apagamos el estimulador, y se apaga el efecto, el paciente se vuelve a poner rígido y tembloroso, yo lo prendo, y vuelve a poder caminar sin temblores”, explicó el neurocirujano José Hortal.
Luego de la operación, se inicia un proceso terapéutico y de rehabilitación con un equipo multidisciplinario especializado, con el fin de ayudar al paciente en el proceso de adaptación a su nueva vida y reinsertarse en la sociedad de la mejor manera posible.