Cultura, un código social para hacer negocios con China
Si uno quiere hacer negocio en China, establecer una relación confiable con sus colaboradores potenciales debe tener prioridad.
Por: Lina Song, General Manager, Linacuza Intercultural SpA
Este 2020 se cumplió 50 años de relaciones diplomáticas entre Chile y China. Los dos países han logrado una relación muy fructífera política, económica y social. El comercio bilateral ha experimentado un crecimiento explosivo después de la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) en 2005. A pesar de este año especial, las cifras también muestran un dinamismo impensado. La pandemia, por un lado, obligó a muchas empresas a reestructurarse; por otro lado, desatará una nueva ola de emprendimiento. Muchos se relacionan a los negocios con China debido a la situación actual positiva y el buen ratio calidad/precio.
Según nuestra investigación, el 92% de los entrevistados considera que el idioma y las diferencias culturales son los dos obstáculos principales en el comercio exterior con China. Manejar un idioma es una cosa de persistencia y requiere al menos seis meses a un año de aprendizaje intensivo. Cultura se manifiestan por diferentes signos y niveles. Cuando mencionamos la cultura nacional en el comercio, se refiere a descifrar los códigos sociales de la conducta colectiva para comprender e interactuar mejor con la gente de otra cultura diferente.
China tiene una historia escrita de más de 3.500 años y el confucianismo ha jugado como el código de conducta colectiva más de 2.000 año. Esta filosofía se originó en la era feudal, con el énfasis particular en el orden jerárquico social. Por lo tanto, según las dimensiones culturales del profesor Geert Hofstede, China muestra una alta distancia de poder. Por eso, en el lugar de trabajo, la gente llama a otros por su cargo y apellido, sigue cierto orden para sentarse alrededor de la mesa y hablar en las reuniones. Todos se portan para mostrar el respecto al poder.
Además, China es un estado colectivista, donde los intereses colectivos siempre prevalecen sobre los intereses individuales. En este año, los chinos han mostrado este carácter al extremo en la implementación de las medidas anti-COVID 19 y lograron buen control a nivel nacional. Debido a su colectivismo, la relación social y la lealtad hacia el grupo sobresalen de las tareas específicas. Si uno quiere hacer negocio en China, establecer una relación confiable con sus colaboradores potenciales debe tener prioridad.
China es un país orientado al logro social, donde el trabajo tiene prioridad sobre la vida familiar; trabajar horas extras es una normalidad. La gente está acostumbrada seguir un ritmo intenso y rápido, con una alta eficiencia. No sorprende que ellos trabajan por la noche o los fines de semana. Los profesionales más disciplinados y restringidos son admirados allá. La competencia es un tema a lo largo de sus vidas, que cubre todos los aspectos.
En el comercio, los chinos se orientan al largo plazo, pueden aguantar y superar todos los desafíos para realizar una misión futura. Prefieren mantener un perfil bajo y soportar las incertidumbres. A los jóvenes se les enseña a hablar lo menos posible y hacer más. Se expresan implícita e indirectamente y están acostumbrados al cambio. Ellos están dispuestos a regatear por un mejor precio y servicio. No suelen decir "NO" a otros, pero dan una respuesta negativa de una manera indirecta. A los extranjeros, cuesta mucho adivinar el significado verdadero de los chinos.
Estos son unos ejemplos de la cultura nacional china en el comercio. Conocer la cultura de otra parte no solo puede ayudar a facilitar los negocios, sino también ayuda a tomar decisiones estratégicas desde una perspectiva más amplia, aún en el comercio doméstico. Esto sería un clave para hacer negocios con China.