China-UE: Socios económicos y comerciales que comparten el destino de desarrollo
La práctica ha demostrado que cuanto más difíciles son los tiempos, más vital es la cooperación mutuamente beneficiosa entre China y la UE.
Por Grupo de Medios de China
El primer ministro chino Li Keqiang mantuvo el miércoles conversaciones telefónicas con su homólogo de España, Pedro Sánchez, y el de Países Bajos, Mark Rutte. Intercambiaron puntos de vista sobre las relaciones bilaterales y la cooperación económica y comercial entre China y la Unión Europea.
2021 es el año de apertura del XIV Plan Quinquenal de China y da comienzo al plan de recuperación a gran escala de la UE. En un momento en que la economía mundial se ve afectada por el nuevo coronavirus, es de importancia mundial que China y Europa colaboren estrechamente para promover la globalización económica y la liberalización y facilitación del comercio y la inversión.
El 2020 se considera un año muy decisivo en el curso de la historia de la humanidad. La epidemia ha golpeado inesperadamente, causando graves trastornos a la economía mundial, incluida China y los países europeos. "2020 terminará con el 93% de las economías mundiales contrayéndose, y el 53% de ellas se reducirán en más del 6% este año", declaró en su último informe Barnaby Martin, estratega europeo de crédito del Bank of America.
En Europa, la epidemia se está repitiendo, y la situación contra ella es todavía poco optimista. Recientemente, el centro de estudios alemán IFO, el Instituto Suizo de Investigación Económica y el Istat de Italia publicaron conjuntamente un informe sobre las perspectivas económicas, en vista de que la segunda ola de la epidemia está haciendo estragos, la economía de la zona del euro disminuirá un 7,3% en 2020. A este respecto, el periódico francés Le Monde publicó un artículo no exento de preocupación en el sentido de que la parte de Europa en la economía mundial ha seguido disminuyendo durante cuarenta años, la nueva crisis de la epidemia de la COVID-19 ha acelerado esta tendencia.
Es notable que, con el telón de fondo de esta crisis mundial, los vínculos económicos y comerciales entre China y Europa se hayan elevado en contra de la tendencia, estabilizando la cadena de suministro bloqueada por la epidemia y aportando cierta esperanza a la precaria economía mundial.
La pequeña ciudad fronteriza polaca de Terespol, con una población de menos de 6.000 habitantes, es la primera parada del tren China-Unión Europea(CEIBS) en la UE, por la que pasan entre 10 y 20 trenes CEIBS cada día. Este año, debido al impacto de la epidemia, las rutas internacionales de pasajeros han quedado bloqueadas, así como las carreteras y, el transporte marítimo está estancado, el tren de la CEIBS ha experimentado un aumento del tráfico en virtud de sus ventajas únicas, como el transporte seccional y la ausencia de cuarentena del personal.
"China supera a los EE.UU. como principal socio comercial de Europa", informó el periódico alemán Handelsblatt, añadiendo que China ha llevado su importancia para la economía de la UE a otro nivel. Los datos muestran que las exportaciones de China a la UE en los primeros 11 meses de este año fueron de 2,45 billones de yuanes, un 7 por ciento de crecimiento; las exportaciones de la UE a China fueron de 1,6 billones de yuanes, un 1,3 por ciento de aumento. La práctica ha demostrado que cuanto más difíciles son los tiempos, más vital es la cooperación mutuamente beneficiosa entre China y la UE, y la cooperación inquebrantable entre ambas partes es mucho mayor que la llamada "rivalidad".
Se informa de que en los últimos años, las demandas económicas y comerciales de la Unión Europea a China radican principalmente en la expansión del acceso a los mercados. Como país en desarrollo, la apertura gradual ha sido una experiencia importante en la gobernanza de China durante más de 40 años, que ha contribuido a mitigar los riesgos y a sostener la promoción de la misma. Una cosa puede confirmarse: la puerta abierta de China no se cerrará, sino que se abrirá cada vez más.