Estado brasileño de Amazonas espera mitigar la crisis con oxígeno de Venezuela
La carga fue conducida hacia una empresa de oxígeno y espera ser distribuida mañana.
Paralelamente, las autoridades sanitarias confirmaron la instalación de nuevas plantas generadoras de oxígeno que serán utilizadas para atender los demandados centros de salud de la zona.
Los familiares de contagiados de Covid-19 esperan horas para abastecer sus cilindros de oxígeno.
Manaos, capital del estado de Amazonas, confía en que la llegada de unos 136.000 metros cúbicos de oxígeno donados por Venezuela ayude a frenar el colapso sanitario, ya que la escasez ha provocado la muerte de al menos 51 personas en la región, según el Ministerio Público del país.
Cinco camiones, cada uno cargado con cerca de 25.000 metros cúbicos de oxígeno, arribaron a Manaos la noche del martes, tras dejar Venezuela el sábado pasado, informó este miércoles la Gobernación de Amazonas en un comunicado.
"Seguramente será muy útil, porque nosotros aún estamos reequilibrando la red, y (el oxígeno) ayudará mucho con el equilibrio", señaló el secretario de Salud de Amazonas, Marcellus Campêlo.
Tras su arribo, la carga fue conducida a la única empresa que abastece de oxígeno a aquel estado y deberá empezar a ser distribuida a los municipios de Amazonas este miércoles.
Con 6.450 muertos y casi 235.000 casos confirmados de covid-19, Manaos atraviesa una grave crisis sanitaria, cuya falta de camas hospitalarias, oxígeno y otros equipamientos obligó a la transferencia de decenas de pacientes a otros estados del país.
PLANTAS GENERADORAS EMPIEZAN A SER INSTALADAS
Además del oxígeno, este miércoles la Gobernación de Amazonas recibió también cinco plantas independientes para la producción de oxígeno líquido, donadas por el Hospital Sirio-Libanés de Sao Paulo y que serán utilizadas para atender la alta demanda de los centros de salud en el Estado.
Asimismo, el Ministerio de Salud informó que el Ejército comenzó hoy con la instalación de las dos primeras plantas generadoras en Manaos, y que atenderán las 50 camas clínicas del hospital de campaña de la ciudad.
En medio de la segunda ola de la pandemia, el Gobierno de Jair Bolsonaro sigue enfrentando duras críticas por su manejo de la emergencia sanitaria, que ya deja más de 211.000 muertos y 8,5 millones de infectados en el país.