Gobierno no apoyará ni acompañará debate para despenalizar el aborto
"Siempre vamos a defender la vida de quien está por nacer y también la salud de la madre", aseguró la ministra de la Mujer, Mónica Zalaquett (UDI).
La comisión ad hoc de la Cámara Baja votará en general el proyecto que busca eliminar las sanciones a la interrupción del embarazo hasta las 14 semanas.
La ministra de la Mujer reiteró la postura del Gobierno de Sebastián Piñera contra el aborto.
La ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Mónica Zalaquett (UDI), reiteró que la postura del Gobierno de Sebastián Piñera es en contra del aborto, cuya despenalización propone un proyecto de diputadas de oposición para dentro de las primeras 14 semanas de gestación.
Sobre el futuro de la propuesta, "habrá que ver el curso de la tramitación, no me puedo adelantar a los hechos, no sabemos qué curso va a tomar", pero "sí reitero lo que ha dicho el Presidente Sebastián Piñera y lo que hemos dicho siempre como Gobierno, incluso antes de que asumiéramos como Gobierno: nosotros no vamos a apoyar ni acompañar la tramitación de este proyecto", afirmó.
Porque "nosotros siempre vamos a defender la vida de quien está por nacer y también la salud de la madre", enfatizó la titular de la Mujer.
Consultada sobre un eventual veto presidencial a la iniciativa, "no me corresponde pronunciarme ante una atribución del Presidente", puntualizó la gremialista.
El proyecto fue presentado en 2018, pero reflotado este mes, y será votado en general el próximo 21 de abril.
Ayer miércoles, al cumplirse una semana del comienzo de la discusión de la iniciativa en el Congreso, las diputadas que integran la instancia presidida por Maite Orsini (RD) acordaron realizar otras siete reuniones -con posibilidad de agregar una más-, escuchar a cerca de 18 expositores y luego votar la idea de legislar: el primer paso antes que la iniciativa pueda avanzar hacia la Sala de la Cámara Baja.
A diferencia de la ley aprobada en Argentina el pasado diciembre, el proyecto chileno, en su primer trámite constitucional, se limita solo a despenalizar el aborto y no garantiza ni provee la prestación ni el acompañamiento del Estado.
Chile, que prohibió totalmente el aborto a finales de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), lo despenalizó en septiembre de 2017 en tres causales: inviabilidad fetal, riesgo de muerte de la madre y embarazos producto de una violación.
Aunque el aborto libre es una demanda de millones de chilenas y el movimiento feminista ha demostrado gran fuerza en los últimos tiempos, la discusión promete ser larga y polarizante y el Ejecutivo ya ha manifestado en reiteradas ocasiones que está en contra.