El incendio en el Hospital San Borja Arriarán, contado por una paciente
"Enfermeros, tens, médicos, auxiliares, orientadores administrativos, guardias y además de personal que no tenía turno ese día e incluso ex trabajadores que vivían cerca del hospital, desplegaron toda su vocación".
El sábado 30 de enero se registró un gran incendio en el Hospital Clínico San Borja Arriarán (HCSBA), en calle Santa Rosa, a metros de Avenida Matta. El siniestro obligó al despliegue de centenares de voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Santiago, que además fueron apoyados por unidades de otras zonas de la capital.
Las imágenes iniciales fueron impresionantes, mientras familiares de los pacientes llegaron con angustia hasta el recinto, rogando porque sus seres queridos estuvieran bien.
"Los enfermeros, tens, médicos, auxiliares, orientadores administrativos, guardias y además de personal que no tenía turno ese día e incluso ex trabajadores que vivían cerca del hospital, desplegaron toda su vocación y conocimiento atendernos a cada uno, sin excepción", relata una paciente hospitalizada, en un relato que compartieron en redes sociales doctores y otros profesionales del HSBA.
"Si los 350 pacientes que estábamos en el hospital a la hora del incendio salimos ilesos, fue gracias a TODO EL PERSONAL DEL HOSPITAL", contó.
EL RELATO COMPLETO DEL INCENDIO, EN PRIMERA PERSONA
Ahora un poco más tranquila y desde la comodidad de mi casa, quiero escribir la situación vivida ayer en el Hospital San Borja Arriarán. Esto porque creo que los medios de comunicación no le hicieron justicia a la realidad que allí se vivió. Como siempre la sed de sensacionalismo, estuvo por sobre la verdad.
Para contextualizar yo estaba hospitalizada en el sexto piso, el incendio comenzó en el tercer piso, desde mi ventana se veían las llamas.
A eso de las 7 de la mañana nos despertaron porque correspondía la entrega de medicamentos y evaluación médica. Cuando se dieron cuenta de que era un incendio (la alarma sonaba muy lejana y bomberos para no alarmar a los pacientes, los primeros carros llegaron sin hacer sonar la sirena) lo primero que hicieron fue cerrar ventanas, el humo que emanaba era muy fuerte. Dentro del turno de funcionarios que le correspondía ayer trabajar había un enfermero que además es bombero, por lo que dio las instrucciones inmediatamente al personal, por si el incendio comenzaba a propagarse.
En primer lugar, nos alejaron a todos de la ventana, luego decidieron trasladarnos a todos al pasillo central, caminando a aquellos que podíamos, algunos en silla de ruedas y a los más complicados en sus respectivas camas. Posteriormente, resguardaron las fichas clínicas, y los implementos más necesarios (toma presión, hemoglucotest, termómetro, entre otros). A esa altura ya eran las 7.30 de la mañana.
Luego, cuando las llamas se comenzaron a visualizar más cerca, decidieron evacuarnos a todos por la escalera central. Los que podíamos salimos caminando, y los que no podían, médicos, tens, enfermeros sacaron a sus pacientes en brazo bajando las escaleras. A eso de las 8 de la mañana la mayoría de los pacientes estábamos en el patio de la ambulancia, resguardados del incendio. Primero se nos hizo hacer un espacio para las ambulancias y luego otro para dejar salir las camillas. A las 8.30 se decidió trasladarnos a todos al estacionamiento, en el cual se nos separó casi inmediatamente por piso. Los primeros en ser trasladados fueron las mamás con sus recién nacidos, dado la condición del clima y el riesgo que presentaba para ellos estar en la intemperie.
A los pacientes que quedamos en el estacionamiento se nos entregaron rápidamente frazadas calientes (recién salidas de lavandería) a todo aquel que no tenía mascarilla se lo proporcionó una.
Ahora viene el relato del cual no se habló en los medios de comunicación. Los enfermeros, tens, médicos, auxiliares, orientadores administrativos, guardias y además de personal que no tenía turno ese día e incluso ex trabajadores que vivían cerca del hospital, desplegaron toda su vocación y conocimiento atendernos a cada uno, sin excepción.
A esa hora les correspondía cambio de turno y muchos no quisieron irse para poder ayudar (muchos estaban en turno de 24 horas, aún con cansancio querían seguir ayudando), se organizaron en cosas de segundo. Armaron zonas con medicamentos, frazadas, con alimentos, con instrumental médico.
A pesar de que cada paciente tiene su pulsera con nombre y datos, nos pusieron un papel con el nombre, la cama y el piso en el que nos encontrábamos hospitalizados. Comenzaron rápidamente a repartirnos café, té, pan, galleta y más frazada para quien lo necesitara.
Se nos preguntó más de una vez si nos habíamos contactado con algún familiar para que supiéramos que estábamos bien. Los familiares que se agolpaban a la entrada y preguntaban por sus parientes daban su nombre y una orientadora los buscaba en el estacionamiento y realizaba una video llamada para que vieran que su pariente se encontraba bien!
Los pacientes graves jamás quedaron tirados, se improvisaron carpas rápidamente y se les protegió del frío y tuvieron personal de salud cercano en todo momento que así lo necesitaran. Así como se dijo que pacientes iban a morir, durante la emergencia se quedaron enfermeros, tens dentro del hospital hasta sacar al último paciente, se dijo que pacientes quedaron botados en el estacionamiento. No hubo ningún paciente que quedara a su suerte en ningún momento!
Me impresionó la capacidad, vocación de cada tens, enfermero, auxiliar, médico, sabían perfectamente el nombre de cada paciente, en que cama estaban hospitalizado, diagnóstico, que medicamentos usaba, en resumen conocían a cabalidad a cada uno de los pacientes. Eso ayudó a que rápidamente se pudiera clasificar que paciente podía ser dado de alta, cuál requería traslado y qué tipo de cama necesitaba (cama básica, urgencia, etc).
Si los 350 pacientes que estábamos en el hospital a la hora del incendio salimos ilesos, fue gracias a TODO EL PERSONAL DEL HOSPITAL (tens, enfermería, médicos, auxiliares, guardias, administrativos, entre otros) ellos resguardaron la vida de cada uno de los pacientes.