Contraloría detectó irregularidades en el control de entrega de cajas de alimentos en O'Higgins
Beneficiarios no cumplían con los requisitos, tampoco se acreditaba quienes las retiraban ni quedaba registro del proceso.
Organismo advirtió que "no se ajusta al instructivo de trabajo denominado "Lineamientos para la Operación del Programa de Alimentación Escolar en Contingencia Covid-19".
La Contraloría develó una serie de irregularidades en el control del proceso de entrega de cajas de alimentos por parte de la Junaeb en la Región de O'Higgins.
El organismo detectó problemas en entregas de cajas a alumnos que no cumplían con las características para recibirlas, no se acreditaba quienes las retiraban y tampoco quedaba registro de estas.
"Para los meses de marzo, abril y mayo del 2020, en los establecimientos que se detallan en el tabla N° 1 del oficio N° E61881, de 2020, de esta Contraloría Regional, la cantidad de canastas entregadas no cubría el mínimo establecido por parte de Junaeb, incumpliendo con ello lo previsto en el punto 4.2.", consigna el informe.
En cuanto a la revisión de la muestra de establecimientos educacionales, se detectó que "dos de éstos entregaron canastas de alimentos a alumnos que no cumplían con las características para percibir el beneficio de alimentación, de acuerdo con los criterios de focalización consignados en la resolución exenta N° 1.653, de 2019".
El organismo advirtió que lo anterior "no se ajusta al instructivo de trabajo denominado "Lineamientos para la Operación del Programa de Alimentación Escolar en Contingencia Covid-19". Este señala que "las canastas individuales serán entregadas a estudiantes beneficiarios del Programa de Alimentación Escolar y de Párvulos que se encuentren matriculados en los establecimientos afectados por la suspensión de clases".
Según el organismo, se constataron diversos incumplimientos en la recepción, armado y entrega de las canastas. Citó, como ejemplo, la entrega de éstas: sin acreditar al responsable del retiro de la alimentación, o en los domicilios de las familias de los alumnos mediante transportistas escolares, además de la ausencia de supervisión de los tiempos que tarda el establecimiento educacional en entregar las canastas a los beneficiarios.