DJ Méndez recordó su proceso de rehabilitación: "Lloraba del dolor"

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Autor: Cooperativa.cl

Además, habló de su adolescencia en Suecia, donde le era común robar diversas cosas.

DJ Méndez fue entrevistado en "De tú a tú" donde habló de su etapa juvenil en Suecia y los problemas que tuvo con las drogas.

En su adolescencia fue cuando comenzó a delinquir en el país europeo junto a una pandilla. Lo primero en lo que participó fue en un robo a un auto. Su amigo le enseñó a abrir autos. Tenía el récord: se demoraba un minuto y trece segundos. Después conoció a otras personas con quienes hizo asaltos armados. "No me gusta hablar de eso, pero igual ha sido parte de mi infancia porque era menor de edad. No es excusa pero es más fácil. Hoy en día, no hay forma que me quisiera meter en un mundo así. Me da dolor porque uno hace sufrir a la gente. Yo lo hacía por odio que estaba teniendo al mundo".

Cuenta que realizaba asaltos de todo tipo. Y compraban armas en el mercado negro. Asegura que nunca le disparó a nadie. "Tuve la suerte de no haber llegado tan lejos. Otras personas sí". Se juntaron 16 robos y lo fueron a buscar a la casa. "Me acuerdo que fue un día que no fui al colegio porque estaba haciendo la cimarra. Despierto porque sentí algo helado (al lado de su cabeza). Me voy a dar vuelta y escucho en sueco: 'no te muevas o te disparo'. Después siento que se tiraron encima. Mi mamá vio ese momento. Me da dolor por mi madre. Cómo me sacan de ahí, me ponen una polera para llevarme a la patrulla. Mientras supe que estaban buscando al resto de la banda. A mi mamá la empujaron. Fue terrible". Tenía 16 años y estuvo un mes y medio encerrado en un calabozo. Lo interrogaban todos los días y después lo cambiaron a una cárcel de menor por un par de meses. Le dieron la oportunidad de salir, y llegó a un estudio musical y cambió su vida.

DJ Méndez le dedicó "Madre mía". Una canción que escribió él para su madre. "El esfuerzo de mi padre y de mi madre, me forman. Eso hace quien yo soy hoy en día. Mis errores puede que me enseñen a corregir y a ser una mejor persona. Pero mi familia es el núcleo de mi éxito. Hoy estoy vivo gracias a mi familia. Mi madre...la quiero ir a abrazar. Hace rato que no podemos compartir como lo hacíamos antes".

Cuando se presentó una segunda oportunidad, la tomó. "No dudé. Recuerdo perfectamente el momento en que me dejaron...me dan un par de horas, me meto al estudio, y me enamoré de lo que pasaba en el estudio". Afirma que nunca más volvió a delinquir. "Tengo 45 años y esto sucedió hace 30 años atrás. Yo cuento mi historia sin ningún problema, aunque duela, porque sé que hay jóvenes que también necesitan entender qué quieren hacer".

La drogadicción

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Para sus conciertos y entrevistas, contó que estaba drogado y borracho. Las mañanas comenzaban con una botella de whisky. Menciona que consumía cocaína, pero no marihuana a pesar de lo que la gente cree, no lo hace. "Lamentablemente era lo más fuerte, heroína y cocaína. Y eso es terrible porque lo inyectable te puede traer Sida". Se volvió adicto a la cocaína. "Mi cuerpo estaba hecho pedazos. Hasta que no pude más. Llegué a rehabilitación pesando 45 kilos". Para él la persona que lo llevó a rehabilitarse fue el dueño del sello discográfico porque Leo no iba a sus conciertos por lo que había muchas demandas en su contra.

Cómo lo quería mucho le dio dos opciones: rehabilitación con contrato, o se rompe la relación y hace lo que quiere. "Nuevamente la vida me estaba dando una oportunidad. ¿Dónde tengo que ir?". Lo llevaron a una clínica de rehabilitación en donde iban famosos y empresarios.

Méndez narra el proceso de desintoxicación. "La primera noche fue una de las peores noches. Yo lloraba del dolor. Tu cuerpo tirita entero. Los primeros diez días son terribles. Andaba idiota. No podía ni siquiera hablar de la rabia, del dolor. Me inyectaban por los calambres. Es un infierno en la tierra. Gritaba del dolor. Me daban tranquilizantes musculares. Pero después ya nada". Luego tuvo que hacer una presentación a las personas que estaban dentro de la clínica, y ahí se dio cuenta de todo lo que había pasado.