Vaticano nombró nuevos obispos para las diócesis de Rancagua y Valparaíso
La noticia fue entregada esta mañana por el Vaticano a través de un comunicado.
Guillermo Vera y Jorge Vega dejan las prelaturas de Iquique e Illapel, respectivamente.
Monseñor Vera estuvo al mando de la Diócesis de Iquique durante siete años.
Este martes el Vaticano nombró a los sacerdotes Guillero Vera Soto y Jorge Vega Velasco como nuevos obispos para las diócesis de Rancagua y Valparaíso, respectivamente.
En el caso de Valparaíso, la diócesis había permanecido sin un obispo titular desde el año 2018 tras la salida del actual obispo emérito, Gonzalo Duarte García de Cortázar, quien ha sido denunciado como presunto encubridor de abusos sexuales.
Vega Velasco era hasta ahora obispo de la Prelatura de Illapel y actual director nacional de las Obras Misionales Pontificias de Chile y asumirá el cargo que hasta ahora había ocupado el administador apostólico, Pedro Ossandón.
"He iniciado un proceso de preparación para asumir mis nuevas responsabilidades, que espero sea cuanto antes. Pero esta preparación tampoco quiero realizarla solo, me gustaría hacerla junto a ustedes. Por eso les invito a acompañarme con sus oraciones", fue parte del mensaje que entrego el religioso a la comunidad.
Rancagua
En cuanto a Vera Soto, asume como el nuevo obispo de la Diócesis de Rancagua, luego de haber sido encabezada por el administrador apostólico, monseñor Juan Ignacio González Errázuriz.
Desde el obispado de Iquique, indicaron que monseñor Vera seguirá cumpliendo sus funciones como obispo en la diócesis de Iquique hasta fines de Julio, donde terminará su calendario de actividades preparándose para asumir su nombramiento en Rancagua.
Una vez publicado su nombramiento, Vera envió un mensaje de gratitud a la comunidad iquiqueña, donde recordó las festividades de La Tirana, San Lorenzo, y muchas otras fiestas patronales celebradas en el norte de Chile.
"Sin duda el hecho de partir produce también en mí una pena, porque nos hemos aprendido a conocer y a querer. Les pido que recen por mí en este tiempo de preparación para ir dejando Iquique y comenzar mi nueva tarea allá en Rancagua", expresó.
"Yo rezo por ustedes para que sigan siendo una iglesia siempre unida, orante, misionera, fraterna, una iglesia que sigue cantando y bailando su fe, y que quiere seguir sirviendo al Señor en los hermanos", cerró.