Adriana Rivas, secretaria de Manuel Contreras, apeló su extradición desde Australia
Chile la acusa por la desaparición de siete personas en la década de 1970.
Adriana Rivas, ex agente de la dictadura de Augusto Pinochet y acusada en Chile por la desaparición de siete personas en la década de 1970, apeló contra el fallo de un tribunal australiano que accedió a su extradición a nuestro país, informaron este martes fuentes legales.
El letrado Peter Tsintilas, uno de los abogados de Rivas, confirmó en un correo electrónico enviado a Efe que presentaron la apelación, aunque evitó aportar detalles sobre los argumentos plasmados en el documento.
Por su lado, el abogado Frank Santisi, también parte del equipo de la defensa de Rivas, había informado a Efe que su representada iba a apelar el fallo y que "ya han presentado los documentos al respecto".
La apelación, no registrada todavía en el portal judicial, es contra el fallo emitido el 24 de junio por el Tribunal Federal Australiano de Sídney que daba luz verde a la extradición de Rivas por siete cargos de secuestro agravado, y determinó que pague las costas legales del Estado australiano, que representó a Chile.
Ese fallo confirmó la decisión de una instancia inferior, emitida el 29 de octubre, que accedía a la entrega de Rivas a Chile, país que pidió su extradición en octubre de 2018, y que Rivas había apelado.
De aceptarse esta nueva apelación, se abordaría por el pleno de los magistrados del Tribunal Federal, pero solamente basándose en la posibilidad de que exista un error en la interpretación o aplicación de la ley.
Se presume que la chilena, de 68 años, detenida y recluida en una prisión de la ciudad de Sídney desde febrero de 2019, formó parte de la brigada de exterminio Lautaro de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA, policía secreta de Pinochet), donde llegó a ser la secretaria de Manuel Contreras, máximo jefe de esta unidad.
Chile busca extraditar a Rivas, quien defiende su inocencia y considera que es víctima de una persecución política, por su presunta participación en el "secuestro agravado" de Víctor Díaz, quien fuera subsecretario del Partido Comunista del país sudamericano, en 1976, y otros seis activistas, entre ellos una mujer embarazada.
Rivas viajó en 1978 con el que fue su marido a Australia, donde residió después en una vivienda subvencionada en el barrio de Bondi, en el este de Sídney, y se dedicó durante 30 años a labores de limpieza y cuidado de niños.
En 2006 viajó a Chile, donde fue detenida por los casos vinculados a su extradición, aunque después logró escaparse y volver tres años más tarde a Australia.