¿Qué hace una escultura en pleno desierto de China?
"Es algo único, las obras adquieren mucha fuerza en un entorno donde solo se ven dunas de arena y el azul del cielo", relata el artista.
Paja, cerámica, acero inoxidable... Estos materiales rara vez se encuentran en un desierto. Sin embargo, en la provincia noroccidental china de Gansu, guardianes ecológicos recurren a ellos para frenar el avance de la arena hacia la ciudad, mientras que escultores de China y el ultramar los utilizan para establecer una armonía entre el ser humano y el inhóspito paisaje.
Rodeado por los desiertos de Badain Jaran y Tengger, el distrito de Minqin está situado en el noreste del Corredor de Hexi, parte de la antigua Ruta de la Seda, lo que lo convierte en una importante barrera ecológica para la región. En total, Minqin tiene una superficie de 15.900 kilómetros cuadrados, de los cuales más del 90 por ciento son tierras desérticas.
Para detener el proceso de fusión de los dos desiertos, cada primavera, equipos de control de la arena tejen con paja una "capa" para el terreno, y luego plantan en el centro de cada cuadrado plantas que tienen la capacidad para fijarse en la arena. Es un método de control de la desertificación que los residentes locales han perfeccionado a través de décadas de experimentos. Como consecuencia, la cubierta forestal del distrito ha pasado del 3 por ciento en la década de 1950 al 18,21 por ciento actual.
En 2019, Minqin adoptó nuevos materiales, como la arcilla, el poliéster y el nylon, para establecer una base de reforestación de 300 acres, la cual se ha convertido en una ventana para popularizar sus conocimientos sobre el control de la arena y la prevención de la desertificación.
También en ese año, materiales como piedra, bronce fundido y acero inoxidable empezaron a ser transformados por artistas de distintas partes del mundo, convirtiéndose en esculturas que se alzan en el desierto de Minqin. Una de ellas, con el nombre de "Puentes", fue creada por Nando Álvarez, un escultor de Galicia, norte de España.
"En el camino se puede ver todo este trabajo: sistemas de riego, millones de árboles plantados por toda la región, voluntarios trabajando en pleno desierto... Es un ejemplo para todos en estos momentos donde ya no hay ninguna duda que estamos en un proceso de calentamiento global", dice Álvarez, al recordar el viaje en el que fue invitado por Minqin para participar en la segunda edición del Simposio Internacional de Esculturas del Desierto (SIED).
Al hablar de "Puentes", el artista explica que la escultura es un proyecto inspirado en la Ruta de la Seda, y para él un símbolo de la comunicación entre los diferentes pueblos, que generó un gran desarrollo y un animado intercambio económico y cultural para todos los pueblos por los que pasaba.
"Cuando escuché la idea de las esculturas en el desierto..., reconozco que al principio me pareció un poco extraña... pero cuando vi las fotos de las obras instaladas, vi que el resultado era espectacular, realmente interesante. Es algo único, las obras adquieren mucha fuerza en un entorno donde solo se ven dunas de arena y el azul del cielo", relata Álvarez.
Desde 2018, con la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el distrito de Minqin ha celebrado tres ediciones consecutivas del SIED, reuniendo a artistas de diferentes rincones del planeta. Hasta la fecha, Minqin ha acogido 6.565 esculturas creadas por 1.750 artistas de 85 países y regiones.
Según Álvarez, el parque de esculturas de Minqin es un ejemplo de cómo el arte puede llegar a lugares insospechados. "Espero que el parque de esculturas sirva para dinamizar un poco más esta zona, que ayude a atraer turismo y que permita a la gente de Minqin tener otras fuentes de enriquecimiento económico y cultural", sostiene, y añade: "Además, espero tener más oportunidades de hacer obras en entornos tan especiales, pero los escultores debemos adaptarnos al medio e intentar que nuestras obras se integren con el espacio donde sean instaladas, ya sea en el desierto o en la orilla del mar. Cada obra es un desafio y un reto diferente y prefiero no encasillarme en un tipo de obra o incluso de material".
En junio, el Gobierno de Minqin anunció las 15 esculturas para la cuarta edición del SIED, que fueron creadas por artistas de China, Rusia, Ucrania, Indonesia e India, entre otros países. El tema del evento de este año es, "El sonido de los camellos en la Ruta de la Seda".