Contralor: Si hubo violaciones a DDHH post 18-O es porque el mando no estaba ejerciendo bien su pega
Jorge Bermúdez defendió el sumario realizado por el organismo contra siete generales de Carabineros por su responsabilidad en los abusos policiales durante las protestas de 2019.
"Hay un protocolo que establece una gradualidad (del actuar uniformado ante desórdenes), pero parece que se pasaba de cero a 100 de una", señaló el abogado en televisión.
El contralor general de la República, Jorge Bermúdez, se refirió a las violaciones a los derechos humanos cometidas durante las protestas de 2019 por agentes de Carabineros, el cuerpo policial más enjuiciado tras la crisis social.
Las revueltas, que decantaron durante la epidemia de Covid-19, dejaron más de una treintena de muertos y miles de heridos, además de señalamientos por abusos y excesos de las fuerzas de seguridad por parte de diversos organismos, como Human Rights Watch, ONU o Amnistía Internacional.
La Contraloría formuló cargos a siete generales de la institución policial por su rol en la crisis social y tras el sumario se propusieron sanciones a los generales Enrique Bassaletti, Mauricio Rodríguez y Jorge Ávila.
"No es algo que diga yo, ya. Yo simplemente aquí me voy a remitir aquí a lo que he leído y a la información que yo recibí de la entidad competente en esta materia, es una respuesta en ese sentido leguleya, pero claramente sí se violaron (los derechos humanos durante el estallido social)", dijo el contralor en entrevista en el programa Stock Disponible de Vía X.
"No hay mucho más que darle vuelta a eso. Eso fue así, fue un uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas policiales, que tienen el monopolio del uso de la fuerza, en contra de los ciudadanos. Eso es, ese es el resumen y eso es lo que va a quedar probablemente para la historia desgraciadamente", señaló Bermúdez.
En relación al proceso fiscalizador, la autoridad afirmó que "si esto pasó, si estas violaciones a los derechos humanos ocurrieron, es porque hubo un mando que no estaba ejerciendo bien su pega, que no estaba cumpliendo con la labor de hacer cumplir los protocolos".
"Aquí hay un protocolo, que establece una gradualidad, pero resulta que parece que se pasaba de cero a 100 de una, o sea no había un uso gradual de los medios de fuerza y se llegaba al uso de la escopeta antidisturbios y los gases lacrimógenos a diestra y siniestra", sostuvo.