Talibanes toman Kabul y el presidente huye de Afganistán
Ashraf Ghani dejó el país ante el avance imparable de los radicales islámicos, que ya controlan casi todo el territorio.
"No está permitido a ningún combatiente entrar en casa alguna o torturar o molestar a nadie", dijo el grupo, que anteriormente había señalado que no ingresaría a la capital.
Estados Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido y España anunciaron la evacuación de sus embajadas.
El presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional, Abdullah Abdullah, culpó al presidente de la situación actual.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, abandonó este domingo Afganistán, mientras los talibanes entraban finalmente a Kabul para evitar, dijeron, robos ante la huida de las fuerzas de seguridad.
"Para evitar actos de saqueo en Kabul y que los oportunistas no hagan daño a la gente, el Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) ordenó a sus fuerzas entrar en las áreas de Kabul de donde salió el enemigo", aseguraron los radicales en un comunicado.
Los talibanes, que previamente habían asegurado que no entrarían en Kabul hasta que se produjera una transicion de poder pacifica, insistieron en que la población "no debe temer a los muyahidines".
Afirmaron que sus combatientes entrarán en la ciudad "con calma, no se meterán con nadie. Los militares y los empleados civiles del Gobierno deben confiar en que nadie les hará daño".
"No le está permitido a ningún combatiente entrar en casa alguna o torturar o molestar a nadie", sentenciaron.
Tras la orden, combatientes talibanes comenzaron a patrullar las calles de Kabul, registrando a las personas que se iban encontrando, para luego dejarlas seguir, según informó la agencia EFE.
PRESIDENTE ABANDONA AFGANISTAN
Poco antes, se daba a conocer el anuncio de que el "ex presidente" Ghani había abandonado el país, lo que acercaba aún más la victoria de los talibanes tras 20 años de guerra.
En un mensaje de video, el presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional de Afganistán, Abdullah Abdullah, aseguró que "el ex presidente" Ghani ha abandonado el país, y le culpó de la situación que vive en estos momentos Afganistán.
"Mi esperanza es que Dios y el pueblo de Afganistán decidan sobre el ex presidente de Afganistán, que abandonó el país y puso a la nación en esta situación", dijo Abdullah, que en el pasado llegó a compartir poder con Ghani.
Abdullah pidió a los ciudadanos "paciencia para pasar estos días difíciles" en los que espera, dijo, los afganos puedan encontrar una forma de vida pacífica.
Los talibanes se habían apostado esta mañana al norte, oeste, y sur de los límites de Kabul, marcando el asedio en casi todo el perímetro de la ciudad y con casi todas las provincias vecinas bajo su control, a la espera de una transición de poder pacífica.
El ministro del Interior afgano, Abdul Satar Mirzakwal, había asegurado que Kabul no sería atacada, "ya que se acordó que la seguridad y el poder político de la ciudad de Kabul se entregarán pacíficamente bajo una administración de transición", según en una declaración en video.
EVACUACIÓN DE EMBAJADAS
El acecho de los talibanes había aumentado la presión para tratar de encontrar una salida de urgencia de parte de la población ante la probable caída de la capital, un temor que se cierne sobre funcionarios públicos, académicos, periodistas y, sobre todo, entre aquellos que han trabajado con alguno de los países que enviaron tropas a Afganistán para combatir a los insurgentes.
Este fin de semana se espera que lleguen a Kabul una mayoría de los 4.000 militares estadounidenses que el Pentágono ha decidido enviar a la capital afgana para la evacuación de la mayor parte del personal de la embajada, y de ciudadanos afganos.
Esa evacuación comenzó ya, con el continuo vuelo de helicópteros que llegan y luego abandonan la embajada estadounidense en Kabul.
Otros países como Canadá, Alemania, Reino Unido o España también han anunciado la próxima evacuación de parte del personal de sus embajadas y de otros ciudadanos afganos con sus familias que trabajaron codo con codo con ellos durante estas dos décadas, aunque la entrada de los talibanes en Kabul puede complicar los planes.