Japón intensifica la vigilancia tras último lanzamiento de misiles de Corea del Norte
El régimen norcoreano realizó un test de corto alcance que cayó en aguas del mar de Japón, conocido como mar del Este en Corea.
Pionyang defendió ante la ONU su derecho a probar armamento avanzado para salvaguardar su seguridad ante la "amenaza" que suponen Corea de Sur y EEUU.
"Seguiremos trabajando para la gestión pacífica y estable de la situación en la península", aseguró por su parte el gobierno surcocreano.
Japón está intensificando la vigilancia sobre Corea del Norte, dijo este martes el primer ministro Yoshihide Suga, horas después del lanzamiento de un misil de corto alcance que cayó en aguas del mar de Japón, conocido como mar del Este en Corea.
El ejército surcoreano confirmó el lanzamiento a las 06:40 hora local (18:40 hora chilena del lunes) de lo que calificó como un misil de corto alcance disparado desde la provincia de Chagang, en el interior del país, sin dar más detalles mientras analiza el suceso en colaboración con Estados Unidos y Japón.
Según Tokio podría haberse tratado de un misil balístico, lo que violaría las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) impuestas al régimen de Pionyang, al que prohíbe realizar test de este tipo, y al que ha impuesto repetidas sanciones por sus programas de misiles y nuclear.
El lanzamiento de hoy llega poco después de que el régimen probara dos misiles balísticos de corto alcance el pasado día 15 y un misil de crucero días antes, en un reciente auge de sus test.
Suga ordenó hoy al personal pertinente que garantice la seguridad del tráfico marítimo y aéreo y se prepare para cualquier eventualidad.
"Estamos intensificando la vigilancia y analizando la situación", dijo el mandatario japonés en declaraciones a los periodistas a su llegada al Kantei, la oficina oficial del primer ministro japonés, recogidas por la cadena pública NHK.
Japón vigila este tipo de pruebas norcoreanas por considerarlas una amenaza para su seguridad, dada la proximidad a su territorio.
Poco después de la prueba armamentística de hoy, el embajador norcoreano en Naciones Unidas, Kim Song, defendió en un discurso en la Asamblea General de la ONU el derecho de Pionyang a desarrollar y probar armamento avanzado para salvaguardar su seguridad ante la "amenaza" constante que suponen Corea de Sur y Estados Unidos.
"El posible estallido de una nueva guerra en la península de Corea se ha frenado no por la gracia de EE.UU. Es porque nuestro Estado está desarrollando fuerzas disuasorias fiables que pueden controlar a las fuerzas hostiles en sus intentos de invasión militar", argumentó el diplomático en su comparecencia.
Seúl seguirá buscando diálogo con Pionyang
En paralelo, el Gobierno surcoreano insistió hoy en que seguirá buscando avances en la relación intercoreana a través "del diálogo y la cooperación" horas después de que Pionyang lanzara un nuevo misil.
"En relación a acciones como los lanzamientos de misiles del Norte que incrementan la tensión militar, seguiremos trabajando para la gestión pacífica y estable de la situación en la península", explicó un portavoz del Ministerio de Unificación, encargado de las relaciones con el Norte, en declaraciones a medios.
"A su vez, la postura del Gobierno es la de seguir trabajando en pos del avance de la paz y las relaciones intercoreanas en la península de Corea a través del diálogo y la cooperación", añadió en declaraciones que recoge la agencia Yonhap.
La declaración llega horas después de que Pionyang lanzara lo que parece ser un misil de corto alcance hacia el mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas). El ensayo, a su vez, tiene lugar tres días después de que la hermana del líder Kim Jong-un, Kim Yo-yong, emitiera dos comunicados de tono algo más conciliador que en semanas anteriores.
Kim aseguró que habría espacio para mejorar los lazos intercoreanos si Seúl y Washington rectificaban su retórica hacia Pionyang.
El presidente Moon Jae-in ordenó hoy realizar un "análisis exhaustivo" del lanzamiento del misil y de los recientes mensajes del régimen norteño.
En el último mes la tensión se ha ido incrementando en la península.
Pionyang rompió a mediados de agosto las comunicaciones con Seúl en protesta por las maniobras conjuntas con Washington, que considera un ensayo para invadir su territorio. Días después el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) reportó que el régimen norcoreano reactivó instalaciones nucleares para obtener combustible que puede usarse en bombas.
La semana pasada Corea del Norte probó además varios misiles, a lo cual el Sur respondió testando un misil balístico lanzado desde un submarino (SLBM) y anunciando varios desarrollos militares de peso que evidencian una nueva escalada armamentística en la península.
De hecho, Seúl ha anunciado que pondrá en operación desde hoy mismo su tercer submarino de la clase Dosan Ahn Chang-ho, el mismo tipo de sumergible desde el que probó con éxito su primer SLBM.
Corea del Norte, por su parte, no ha respondido públicamente a la oferta de EE.UU. de reunirse para tratar de reactivar las conversaciones sobre desnuclearización, estancadas desde 2019.