Aunque el partido esté "infartante", expertos aconsejan no sufrir de más por "La Roja"

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Autor: Cooperativa.cl

Investigaciones han demostrado que el estrés emocional causado por grandes eventos deportivos está asociado con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares.

"Los chilenos somos vulnerables a esas enfermedades y situaciones estresantes pueden gatillar descompensaciones y derivar en un infarto", expuso el académico Marcelo Andía.

Para prevenirlos, recomiendan tomar un adecuado control de aquellos factores que cada uno puede modificar, que van en la línea de mantenerse saludable.

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Estudios han constatado que la población chilena no es saludable desde la perspectiva cardiovascular.

La selección chilena de fútbol está apremiada en la tabla de posiciones de las Clasificatorias sudamericanas rumbo al Mundial de Qatar 2022, y este jueves tendrá un duro partido frente a su símil de Venezuela, encuentro en que los dirigidos por Martín Lasarte necesitan imperiosamente conseguir otro triunfo que mantenga vivo el sueño de llegar a la cita mundialista.

En este contexto, se espera que el escollo que afrontará La Roja sea "infartante", como suele decirse en jerga futbolera. Sin embargo, ese término en ciertos casos puede ser no sólo metafórico, sino que materializarse en reales problemas al corazón de las personas, en medio de la ansiedad, la tensión y la emoción que provoca la situación en que se encuentra la selección. Por ello, expertos aconsejan a los hinchas chilenos que no sufran de más.

Una investigación realizada hace un par de años por científicos alemanes, y publicada en el European Heart Journal, demostró que el estrés emocional causado por los grandes eventos de fútbol está asociado con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares, tales como síndromes coronarios agudos, arritmias sintomáticas y eventos cerebrovasculares. Para llegar a esta conclusión, los científicos leyeron las señales eléctricas del corazón de hinchas durante los encuentros cruciales de la Copa Mundial Rusia 2018.

Por otro lado, un estudio realizado en Inglaterra evidenció que el día que la Selección de los "Tres Leones" quedó eliminada ante Argentina, en 1998, la cantidad de pacientes con síntomas de infarto aumentó en un 25%.

Otro ejemplo se registró en Uruguay, en el marco de los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica 2010. La "infartante" tanda de penales de la "Celeste" frente a Ghana, y la definición de Sebastián Abreu desde los 12 pasos, quien "picó" el penal decisivo, generó una serie de eventos cardiovasculares en el país charrúa. Tanto así, que se acuñó el término del "Síndrome de Abreu" al aumento de eventos cardiovasculares durante un partido de fútbol en ese país sudamericano.

Si se extrapolan esos resultados al caso de Chile, se debe considerar que nuestra población no es saludable desde la perspectiva cardiovascular. La última entrega de la Encuesta Nacional de Salud evidenció que el 41% de los chilenos mayores de 18 años tiene síndrome metabólico, que corresponde a una combinación de factores que aumentan el riesgo de padecer enfermedades coronarias.

De esta misma encuesta se desprende que el 49% de los chilenos mayores de 18 años tiene un riesgo cardiovascular moderado o alto, lo que nos pone dentro de los países con mayor riesgo de esta patología a nivel mundial.

Por ello, "los chilenos somos vulnerables a enfermedades cardiovasculares y situaciones estresantes como un terremoto, un accidente o un partido de fútbol, que pueden gatillar descompensaciones agudas que pueden derivar en un infarto agudo al miocardio", expuso Marcelo Andía, director alterno del Núcleo Milenio Cardio MR y académico de la Universidad Católica.

Ante una situación de estrés, aumenta la producción de hormonas como el cortisol, la adrenalina y la noradrenalina. "Estas dos últimas, por distintos mecanismos, pueden aumentar el riesgo de infarto, y en particular pueden modifican el nivel de contracción y relajación de las arterias coronarias, que es el lugar donde se gatillan los infartos al corazón", explicó también Gonzalo Martínez, cardiólogo de la Red de Salud UC-Christus e investigador del mencionado Núcleo Milenio.

Además, el investigador agregó que ante un cuadro de alta tensión, también aumentan la actividad de las plaquetas, que son fragmentos de células que circulan por la sangre y que promueven la formación de trombos, que muchas veces causan infartos.

MEJOR MANERA DE PREVENIR: CONTROLAR FACTORES QUE PUEDEN MODIFICARSE Y MANTENERSE SANOS

Eso sí, al mismo tiempo Martínez pone la calma y aclara que si bien esto puede ocurrir, es raro que estando en un estadio, donde hay miles de personas, una persona se infarte mientras ve el partido. "Pero en grandes eventos poblacionales, donde los partidos son transmitidos por televisión a millones de personas, uno puede encontrar diferencias entre los periodos de partido, versus los partidos donde no hay partidos", aseveró el investigador.

A todos se nos ha acelerado el corazón por una buena noticia, pero también se nos acelera cuando nos enojamos o nos asustamos. "Las emociones son las interpretaciones que hace nuestro cerebro a eventos externos y nos prepara para reaccionar rápido, por eso se acelera el corazón, se dilatan las pupilas y nuestros músculos pueden responder más rápido. Todo eso es un buen mecanismo de adaptación si nuestro cuerpo está sano, pero si nuestro cuerpo está enfermo, esta respuesta puede ser perjudicial", sostuvo Andía.

En 2018 llamó la atención que una de las finales más infartantes del fútbol fuera relatada a través de una radio "apta para cardíacos". El 9 de diciembre, cuando Boca Juniors y River Plate, el "superclásico" argentino, disputaron el partido de vuelta de la final de Copa Libertadores, jugado excepcionalmente en Madrid, una emisora de Uruguay relató el encuentro con voces relajadas y música clásica de fondo. Todo esto, para que las personas con problemas al corazón no tuvieran problemas al escuchar el partido que coronó a los "millonarios" en ese año.

Ahora bien, los investigadores que el estrés y la ansiedad que se genera en un partido de fútbol se puede producir también por múltiples factores, muchos de ellos difíciles de evitar.

Por ello, aconsejan, la mejor manera de prevenir eventos cardiovasculares sigue siendo el control adecuado de aquellos factores que podemos modificar. Y esos factores de riesgo debemos repetirlos y tenerlos en consideración para disminuir la tasa de infartos en la población: estos son la presencia de hipertensión arterial, el colesterol alto, diabetes, tabaquismo, obesidad y sedentarismo.

"Tratar de mejorar esas condiciones es la mejor manera que contamos para poder evitar que estas otras situaciones que suman a un evento estresante terminan desencadenando un infarto que es susceptible", concluyó Martínez.