Evergrande vuelve a cotizar en Hong Kong y cae 10% tras cancelar venta filial
Golpeó fuerte la ruptura de las negociaciones para la venta de una importante subsidiaria a la promotora Hopson.
De no afrontar el pago durante esta semana, Evergrande incurrirá oficialmente en impago.
Las acciones del endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande volvieron a cotizar hoy en la Bolsa de Hong Kong tras más de dos semanas de suspensión, registrando una caída del 10,5 por ciento en la apertura tras la ruptura de las negociaciones para la venta de una importante subsidiaria a la promotora Hopson.
Los títulos de la filial en cuestión, la compañía de gestión inmobiliaria Evergrande Property Services, también retomaron hoy su cotización y cayeron un 8 por ciento a la apertura.
Pasadas las 11:00 hora local, el desplome de Evergrande se había ensanchado hasta el 12,9%, mientras que el de su subsidiaria se redujo ligeramente hasta el 7,6%.
En la otra cara de la moneda figuró el grupo que iba a adquirir la participación mayoritaria de Evergrande Property Services, Hopson Development, que también reinició la negociación de sus acciones tras suspenderla el pasado día 4 y que hoy abrió con ganancias del 0,9% que, tras hora y media de sesión, se elevaban al 5,2%.
La operación contemplaba la venta del 50,1% de la filial de Evergrande a Hooplife, una filial de Hopson, por un importe de 20.040 millones de dólares de Hong Kong (2.577 millones de dólares, 2.213 millones de euros).
Mientras algunos medios hablaban de que la transacción había descarrilado tras no obtener la aprobación de las autoridades chinas, Evergrande y Hopson se enzarzaron anoche en un cruce de acusaciones.
En un comunicado, Evergrande afirmó que el pasado día 13 "ejerció su derecho de rescisión con respeto al acuerdo" después de estimar que Hopson "no había cumplido con los requisitos" para efectuar la oferta acordada.
Mientras tanto, Hopson declaró que sí que estaba lista para cerrar la compra y que fue Evergrande la que trató de cambiar las formas de pago después de que se hubieran pactado las condiciones, a lo que agregó que está barajando opciones para "proteger sus derechos" por considerar que la rescisión del acuerdo por parte de Evergrande "no tiene ningún tipo de sustancia".
En cualquier caso, la transacción era parte de los planes del grupo Evergrande para aliviar los problemas de liquidez que han generado importantes dudas a nivel internacional sobre su capacidad para hacer frente al pasivo que acumula, de más de 300.000 millones de dólares.
En otro comunicado, Evergrande declaró que seguirá intentando "negociar la renovación o la extensión" de sus deudas, u "otros acuerdos alternativos" con sus acreedores, pero avisó de que no hay garantía de que el grupo vaya a ser capaz de cumplir con sus obligaciones financieras".
Esta semana termina la prórroga de 30 días para que Evergrande abone los intereses adeudados de un bono 'offshore' -unos 84 millones de dólares- que debía haber pagado el pasado 23 de septiembre.
De no afrontar el pago durante el citado período, Evergrande incurrirá oficialmente en impago.