Inteligencia surcoreana dice que Kim Jong-un está sano y más delgado
El líder norcoreano perdió 20 kilos según lo expuesto en un comité parlamentario.
Con esto se descartan las especulaciones que algunos medios habían hecho sobre la posibilidad de que fuera un doble.
La inteligencia surcoreana habló de la posibilidad de que Corea del Norte haya reprocesado barras de combustible para obtener plutonio para armas nucleares.
La inteligencia surcoreana dio a conocer hoy ante un comité parlamentario que el líder norcoreano, Kim Jong-un, perdió unos 20 kilos tras llegar a pesar 140 y que se encuentra bien de salud.
El Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) negó así lo especulado por algunas publicaciones en EE. UU. sobre la posibilidad de que fuera un doble de Kim el que estuvo en las últimas apariciones públicas del dictador tras un supuesto golpe de Estado.
El NIS empleó una diversidad de métodos científicos para realizar sus cálculos acerca de la pérdida de peso, según explicó en rueda de prensa el parlamentario Kim Byung-kee, miembro del comité de Inteligencia de la Asamblea Nacional.
La salud de Kim, y en especial su exceso de peso, es un asunto ampliamente debatido ante la posibilidad de que el líder, de 37 años y cuyo padre y abuelo padecieron problemas cardiovasculares, pueda fallecer y dejar un vacío de poder en el régimen.
El NIS también habló de la posibilidad de que Corea del Norte haya reprocesado barras de combustible gastado para obtener plutonio para armas nucleares, según añadió Kim Byung-kee en declaraciones que recogió la agencia Yonhap.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) advirtió en verano sobre la actividad en el Centro de Investigación Nuclear de Yongbyon (a unos 100 kilómetros al norte de Pionyang) que hizo sospechar sobre la reactivación de su reactor de 5 megavatios.
La inteligencia surcoreana dijo también que se han retirado los retratos de su padre y abuelo, Kim Jong-il y Kim Il-sung, en las reuniones presididas por el joven líder, al menos en las que viene retratando la propaganda estatal, lo que indica voluntad de alejar al líder norcoreano del legado de sus antecesores.