El volcán La Palma complica el tráfico aéreo por su material flotante
La zona ha experimentado un deterioro notable en cuanto a la contaminación por dióxido de azufre, lo que preocupa a los especialistas.
La calidad del aire llegó a ser "extremadamente desfavorable" en el municipio de Los Llanos de Aridane.
Algunas carreteras y vías podrían cortarse debido a los ríos de lava que amenazan la zona.
El Plan Especial de Protección ante Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) anunció hoy que, debido a las cenizas que ha arrojado el volcán de Cumbre Vieja, en la isla canaria de La Palma, podría estar comprometido el tráfico aéreo durante las próximas 36 horas.
Otro de los asuntos que preocupan a las autoridades de la isla es la calidad del aire, que ha empeorado significativamente en los últimos días, debido a las concentraciones de dióxido de azufre (SO2).
Debido a las concentraciones de dióxido de azufre, que fueron especialmente altas durante la madrugada, varias localidades de la isla mantienen sus colegios cerrados y ofrecen sus clases por internet. La calidad del aire alcanzó la clasificación de "extremadamente desfavorable" en el municipio de Los Llanos de Aridane
La situación ha mejorado con el paso de las horas, indicó la científica del Pevolca, Carmen López, quien comentó, sin embargo, que se estancó la tendencia a la disminución en el volumen diario de dióxido de azufre que emite el volcán.
Durante siete días consecutivos había descendido el SO2 hasta llegar a 4.990 toneladas el domingo, pero el lunes subió hasta 22.000 toneladas.
Respecto a la evolución de las emanaciones de lava en el volcán, apenas hubo cambios en los dos últimos días, pero el río de material que amenazaba con cortar una de las carreteras que conducen a la localidad turística de Puerto Naos, que se ralentizó y comenzó a avanzar a un metro por hora.
Ante la posibilidad de que esa vía se corte, las autoridades de la isla están trabajando en alternativas para garantizar la entrada y salida de vehículos de gran tonelaje en Puerto Naos.
Los expertos destacaron que ha aumentado el material fundido en la zona en que se formó un gran delta lávico al llegar al océano hace varias semanas, aunque reconocen que no tienen "una visión clara" de por dónde está escurriendo la lava.