ONU y Biden condenaron intento de asesinato del primer ministro iraquí
El presidente de los Estados Unidos ofreció ayuda a las fuerzas de seguridad de ese país mientras buscan a los responsables del fallido atentado.
En tanto, y atendido el clima de tensión en Irak, António Guterres llamó a resolver las diferencias a través del diálogo y a respetar el orden constitucional.
Mustafa al Kazemi salió ileso luego de que lanzaran un dron explosivo a su vivienda en la "Zona Verde" de Bagdad.
El secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, condenaron este domingo el intento de asesinato del primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi, que salió ileso de un ataque con un dron explosivo lanzado a su residencia en Bagdad.
En un comunicado, Guterres pidió que se rindan cuentas sobre los autores del crimen, mientras llamó a la población de Irak a "ejercer la máxima contención, y rechazar toda violencia y cualquier intento de desestabilizar" al país.
El jefe de la ONU urgió a "todos los actores políticos a respetar el orden constitucional y resolver las diferencias a través del diálogo pacífico e inclusivo", agrega la nota, en la que la organización apoyó "al pueblo y el gobierno de Irak en su búsqueda de un futuro mejor".
Por su parte, el mandatario estadounidense catalogó el hecho como un "ataque terrorista" y se mostró "aliviado" al saber que Al Kazemi resultó ileso.
"Los autores de este ataque terrorista contra el Estado iraquí deben rendir cuentas. Condeno en los términos más enérgicos a quienes utilizan la violencia para socavar el proceso democrático de Irak", manifestó Biden.
Además, ofreció la ayuda de Washington para asistir a las fuerzas de seguridad iraquíes, mientras intentan identificar a los responsables. De esta forma, anunció que ya dio instrucciones al equipo de seguridad nacional para asistir al país.
El ataque contra Al Kazemi se produjo en un momento de tensión en Irak, tras los enfrentamientos violentos entre manifestantes y policías durante una manifestación que se realizó el pasado viernes en Bagdad, frente a la propia Zona Verde, en contra los resultados de las elecciones legislativas del pasado 10 de octubre.
Los enfrentamientos dejaron dos personas muertas y más de un centenar de heridos, entre ellos muchos policías, provocando una airada condena de los líderes de las milicias proiraníes de Irak, que en los pasados comicios perdieron casi dos tercios de sus escaños y rechazan los resultados.