Alto Hospicio por cementerio de ropa en el desierto de Atacama: "El Estado nos ha abandonado"
La comuna se ha visto invadida por toneladas de ropa usada traducidas en un vertedero ilegal.
"La Zona Franca (de Iquique) no ha sido capaz de manejar y controlar esto. Nos hemos convertido en una zona de sacrificio", afirma el alcalde Patricio Ferreira.
La proliferación de basurales clandestinos en el desierto de Atacama, al norte de Chile, que se ha visto invadido por toneladas de ropa usada traducidas en un vertedero ilegal, está dando la vuelta al mundo.
Este "cementerio" textil que afecta mayormente a la comuna de Alto Hospicio, en la Región de Tarapacá, se ha transformado en una nueva problemática ambiental, y ocurre debido a que nuestro país es uno de los principales receptores de "fast fashion" fabricado en China.
Aparentemente, importadores que operan bajo el régimen de la Zona Franca de Iquique (Zofri) estarían usando el desierto para eliminar la ropa usada que no es comercializada, que termina acopiada y muchas veces quemada de manera escondida en los sectores de Caleta Buena y Huantajaya.
"La Zona Franca no ha sido capaz de manejar y controlar esto y el Estado también nos ha abandonado. Nos hemos convertido en una zona de sacrificio", dijo a Cooperativa Patricio Ferreira, alcalde de Alto Hospicio.
"Lo que pedimos es que se regule el ingreso o que, en caso contrario, si se va a permitir el ingreso, que implementemos tecnologías que ya existen en el mundo para poder reciclar y transformar este problema en una oportunidad, que pueda dar negocio, incluso, a los mismos recicladores de base", señaló el jefe comunal.
RESPUESTA DE ZOFRI
Desde la Zona Franca de Iquique, su subgerente de comunicaciones, Rubén Rosas, respondió a Cooperativa que "la gestión de los residuos, en este caso de textiles, le corresponde justamente a las empresas que las operan".
"Como Zofri hemos implementado acciones tendientes a mitigar el impacto que genera la gestión de residuos, en este caso, apoyando, por ejemplo, al emprendimiento de una empresa, un proyecto local, que justamente trabaja a través de la gestión de economía circular con este tipo de productos", añadió.
RECICLAJE TEXTIL
La empresa a la que hace mención Rosas es Ecofibra Chile, un emprendimiento de reciclaje nacido en Tarapacá que trabaja con una decena de importadoras de la Zofri y que hace un retiro de los residuos textiles para transformarlos en paneles de aislación térmica ecológicos.
"Me di cuenta que el producto más masivo para generar una transformación y darle una salida a esta ropa -y que no estaba en Chile ni en Latinoamérica- eran estos paneles de aislación térmica, que ya se hacían en Europa y en Estados Unidos", contó su fundador, Franklin Zepeda, a Cooperativa.
"Empecé a fabricar los paneles de forma casera y encontré que lo más caro de fabricarlos era el líquido ignífugo: comprarlo en el mercado cuesta 5.000 pesos el litro. De allí que como empresa también nos dedicamos a desarrollar este líquido y, al final, pasamos de pagar los 5.000 pesos a fabricarlo por 300 pesos", relató el ingeniero comercial.
El mundo del retail también comienza a asumir este escenario. Por ejemplo, "en (la tienda) Paris implementamos un nuevo modelo de negocio de compra y venta de segunda mano, en alianza con las startups más importantes de este mercado. Este nuevo modelo de negocios le va a permitir a nuestros clientes que puedan optar por prendas usadas en excelente estado o bien generar un beneficio vendiendo estas mismas prendas que ellos ya no usan", afirmó Pamela Escobar, Gerente de nuevos negocios Tiendas por Departamento en Cencosud.
GOBIERNO ADELANTA ACCIONES PARA ERRADICAR BASURALES
Desde el Gobierno, la seremi del Medio Ambiente de Tarapacá, Moyra Rojas, destacó a Cooperativa que desde hace un par de años se lleva adelante una mesa de trabajo para abordar la contaminación por residuos textiles, con la participación de diversos actores.
La instancia arrojó como resultado la formulación de una iniciativa que ahora debe ir a buscar fondos de desarrollo regional: "La mayor cantidad de recursos de este proyecto -cerca de 2.300 de más de 3.000 millones de pesos- van al fuerte, que es la erradicación mediante maquinaria pesada y una labor bastante más compleja de abordar", dijo la autoridad.
"Vamos a hacer una jerarquización de aquellos (basurales) que están más cercanos a la población para empezar la erradicación con esos, para reinsertar ambientalmente los sitios y recuperar los espacios públicos", indicó.
La seremi dijo que además se incrementarán las fiscalizaciones.