Municipio de Santiago acusa que evaluación ambiental del trazado de la Línea 7 es "contraria a la ley"

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Cooperativa.cl

La alcaldía de Irací Hassler (PC) reclamó ante el SEA tras ser marginada de la discusión del megaproyecto de Metro.

Además de defender su legitimidad activa para tomar parte, insistió en que se analicen "todos los impactos significativos" de la obra, y que esto no se haga de manera "sesgada".

 ATON (Referencial)

El municipio asegura que el tramo que pasará debajo del Parque Forestal y el Barrio Lastarria afecta a monumentos, edificios históricos y múltiples árboles, entre ellos, la palma chilena.

La Municipalidad de Santiago presentó un recurso de reclamación ante el Servicio de Evaluación Ambiental, cuyo director, Hernán Brücher, declaró inadmisible su solicitud de hacerse parte de la discusión del proyecto Línea 7 de Metro de Santiago en el Comité de Ministros, escrito en el que acusa que la autorización ambiental de su trazado es "contraria a la ley".

Según La Tercera PM, dicha presentación defiende el rol y competencia de la institución encabezada por la alcaldesa Irací Hassler (PC), argumentando que cuenta con legitimidad activa para participar del proceso en la máxima instancia administrativa con el fin de evaluar las reclamaciones de vecinos del megaproyecto al que ella se opone, y por el que ha pedido reformular el trazado para no afectar a las comunidades del Parque Forestal y el Barrio Lastarria.

El recurso reafirma que el municipio apoya la expansión del Metro y los múltiples beneficios que este conlleva a la ciudadanía, pero que su diseño y construcción deberían minimizar los impactos ambientales y sociales en el patrimonio ambiental de Santiago. Es decir, que esta iniciativa debe ser analizada con "todos los impactos significativos sobre los elementos que la conforman, de acuerdo a toda la normativa aplicable, y no de manera sesgada, parcial, insuficiente, incompleta y contraria a la ley como se ha hecho".

"El Municipio de Santiago ha rechazado permanentemente que el trazado de la Línea 7 de Metro sea por el subsuelo del Parque Forestal, ya que generará daños irreversibles a la masa arbórea y alterará los acuíferos subterráneos. Durante el proceso de evaluación ambiental, tampoco se consideró este aspecto, al no acreditar los reales impactos ambientales que la construcción y operación de una línea de tren subterráneo generará en la vegetación del Parque Forestal, afectando una de las principales áreas verdes de la ciudad y que es parte integral de su patrimonio", enfatiza.

IMPACTO EN EL ARBOLADO, MONUMENTOS E INMUEBLES HISTÓRICOS

Esto, pues de acuerdo a la alcaldía, la Resolución de Calificación Ambiental impugnada no toma en cuenta la eventual afectación de las zonas típicas del "Parque Forestal y su Entorno" y de "Barrio Santa Lucía-Mulato Gil de Castro-Parque Forestal" en su calidad de áreas protegidas.

Por lo demás, estima que Metro tampoco se hace cargo del impacto ambiental del proyecto en Plaza Venezuela y Plaza Prat, Mercado Central, Estación Mapocho, Cal y Canto, puentes metálicos del Mapocho, la Fuente Alemana, esculturas protegidas, 37 inmuebles de conservación histórica -como el edificio José Miguel de la Barra, Casa Álamos Lyon y el edificio Kulczewski- y de interés arquitectónico, museos, árboles protegidos oficialmente como la palma chilena -especie que sólo se puede plantar y trasplantar de viveros autorizados por el Servicio Agrícola Ganadero-, entre otros elementos de la zona a intervenir.

El texto sostiene que el Informe Consolidado de Evaluación (ICE) -elaborado por el Servicio de Evaluación Ambiental junto a distintos estamentos públicos que participaron del análisis de la iniciativa- "minimiza el impacto en el arbolado de la Plaza Prat, aun cuando el proyecto considera la eliminación de casi la totalidad de la masa arbórea, acción contraria a las medidas asociadas a disminuir las islas de calor producto del cambio climático".

A su vez, plantea que el aprobado diseño del acceso a la Estación Cal y Canto, en Plaza Prat, no respeta los valores paisajístico-históricos de la Zona Típica del Parque Forestal y su entorno: "Esta plaza debe considerarse como un remate del Parque Forestal, respetando lineamientos de arborización, alumbrado, pavimentación, ornamentos, mobiliario urbano. La extracción de árboles afecta de un modo irreparable esta área verde urbana protegida oficialmente por Estado de Chile a través del instrumento legal para ello, y que ha sido vulnerado".

El municipio además reitera que la compensación propuesta no tiene proporcionalidad ni lógica con el daño a las especies arbóreas del Parque Forestal que resultarán afectadas, y por lo demás, insiste en que está en desacuerdo con la pérdida de individuos arbóreos, por su alto valor ambiental, paisajístico y patrimonial.

MENOS ÁRBOLES SE VERÁN AFECTADOS, SEGÚN METRO

Metro respondió a estos nuevos cuestionamientos aseverando que "ha dado respuesta a todas las observaciones, preguntas y comentarios levantados por los distintos servicios con competencia ambiental que evalúan el proyecto, así como los que han sido planteados por las comunidades y los municipios en la etapa de participación ciudadana".

De acuerdo a la empresa, se incorporaron "mejoras factibles" al proyecto, las que "permitieron reducir, relocalizar y eliminar algunas instalaciones de faenas con el fin de minimizar el impacto en áreas verdes, mejorar el flujo vial y peatonal, y disminuir la afectación a la comunidad. En conjunto, todas las optimizaciones permitieron reducir en 58 por ciento el número de árboles intervenidos y en 24 por ciento el área de ocupación superficial".

Recuerda que entre los cambios está la eliminación del acceso ubicado en el cabezal oriente del Parque Forestal a fines de marzo de 2020, pero establece que de igual manera "será necesario instalar en el Parque Forestal durante el proceso de construcción es un pique que será de menor tamaño al que estaba contemplado en el proyecto original y que será retirado una vez finalizadas las obras".

La empresa insistió en que 13 de los 25 árboles identificados en la zona del pique no se verán afectados por este, y que sólo ocho plátanos orientales jóvenes deben ser cortados, lo que se compensará reponiendo 19 árboles nativos, mientras que los otros cuatro árboles serán resguardados, entre ellos, una palma chilena.