A 80 años de la muerte de Pedro Aguirre Cerda, el "Presidente de los pobres" que creó Corfo y expandió la educación
El lema "gobernar es educar" marcó su popular Gobierno, que terminó abruptamente tras su deceso el 25 de noviembre de 1941.
Entre sus hitos se cuenta sextuplicar el número de estudiantes y crear más de 500 escuelas.
Este jueves 25 de noviembre se cumplieron 80 años del fallecimiento del Presidente Pedro Aguirre Cerda, el primero de tres administraciones sucesivas encabezadas por el Partido Radical hacia el final de la primera mitad del siglo XX.
Hijo de agricultores, nació el 6 de febrero de 1879 en Pocuro, cerca de Los Andes (Región de Valparaiso) y quedó huérfano de padre a los ocho años, según reseña su biografía en la plataforma Memoria Chilena de la Biblioteca Nacional.
Para financiar sus estudios universitarios ejerció la docencia en varios liceos, mientras impartía clases en forma gratuita en escuelas nocturnas para obreros. Así, superando la modestia de sus recursos y con un gran esfuerzo, logró titularse como profesor de castellano y filosofía en la Universidad de Chile en 1900 y de abogado de la misma casa de estudios, cuatro años más tarde.
Una vez recibido, fue profesor de Educación Cívica, Castellano y Filosofía en la Escuela de Suboficiales del Ejército, en el Liceo Barros Borgoño y en el Instituto Nacional.
Por esos años ingresó al Partido Radical —el cuál presidió entre 1919 y 1921— y más tarde (en 1906) a la masonería. En 1910, continuó sus estudios superiores en derecho y economía en Francia y de regreso a Chile, inició una exitosa carrera política.
En 1916, y cuando ambos frisaban los 40 años, Aguirre Cerda se casó con Juana Aguirre Luco, su prima hermana e hija del destacado médico José Joaquín Aguirre. Su matrimonio no dejó descendencia.
SU LLEGADA AL PODER
Luego de dos periodos consecutivos como diputado en representación de los departamentos de San Felipe, Putaendo y Los Andes (1915-1918) y de la provincia de Santiago (1918-1921), Aguirre Cerda fue nombrado ministro de Justicia e Instrucción Pública, entre enero y septiembre de 1918, durante la presidencia del liberal Juan Luis Sanfuentes.
Luego fue ascendido como titular de Interior durante el primer gobierno de Arturo Alessandri Palma, brevemente en 1920 y en 1924.
Apoyado por el Frente Popular, Aguirre Cerda fue elegido como presidente de la República el 25 de octubre de 1938, tras vencer con el 50,45 por ciento de los votos al empresario y candidato de la derecha liberal-conservadora, Gustavo Ross Santa María, en una de las elecciones más ajustadas de la historia republicana.
DEL TERREMOTO A UNA INTENTONA GOLPISTA: CONVULSO PRIMER AÑO DE MANDATO
Antes de cumplir un año de Gobierno, en 1939, debió enfrentar el terremoto de Chillán, el sismo más mortífero de la historia de Chile -más de 24.000 fallecidos- y el llamado "Ariostazo", un intento de golpe de Estado liderado por Ariosto Herrera junto a Carlos Ibáñez del Campo.
Durante su mandato, impulsó un fuerte proceso de industrialización, para lo que fundó la Corporación de Fomento a la Producción (Corfo) como parte de un ambicioso plan de desarrollo económico que contemplaba la construcción de plantas eléctricas y siderúrgicas, la explotación de petróleo, el apoyo a la industria manufacturera y la mecanización de la agricultura.
Referente a este último tema, no obstante haber propuesto en su libro El Problema Agrario (1929) que el Estado debía redistribuir las tierras improductivas y que su propio programa de Gobierno contemplaba la reforma agraria, la que nunca llegó a efectuarse en estos años.
"GOBERNAR ES EDUCAR"
En concordancia con su lema de campaña "gobernar es educar", otro eje fundamental de su administración fue la expansión de la instrucción primaria, con la construcción de más de 500 escuelas y casi sextuplicando el número de alumnos matriculados.
Su Gobierno también se destacó por desarrollar una activa política cultural. En 1939 promovió el otorgamiento del Premio Nobel de Literatura a Gabriela Mistral, con quien lo unía una estrecha amistad, aunque ésta recién lo obtuvo en 1945.
También ordenó elaborar un proyecto de ley para crear el Premio Nacional de Literatura que finalmente fue promulgado en 1942.
En los sectores populares creó espacios orientados a la ocupación del tiempo libre de hombres, mujeres y niños.
Convertida en primera dama, "misia Juanita", como era conocida la esposa del Presidente, encabezó varias iniciativas que provocaron gran impacto en los sectores populares, como la masiva celebración de la "Pascua de los niños pobres" que surgió con el lema de no dejar ni un niño sin juguetes en Navidad.
DEL WINNIPEG A LA RECLAMACIÓN ANTÁRTICA
En el campo internacional, tras la derrota del bando republicano en la guerra civil española, Aguirre Cerda gestionó el traslado al país de numerosos refugiados españoles en el carguero Winnipeg y más tarde recibió a refugiados judíos que huían de los territorios ocupados por la Alemania Nazi.
Por otra parte, luego de la reclamación hecha por Noruega sobre territorio antártico, el Gobierno de Aguirre Cerda declaró oficialmente en 1940, su intención de incorporar a la vida nacional el territorio sobre el cual reclamaba soberanía, estableciendo los límites de la Antártica Chilena.
Durante su mandato, la revista Topaze lo convirtió en "Don Tinto", debido a las viñas que poseía y su lema "gobernar es educar" fue modificado en "gobernar es viajar", debido a sus constantes salidas al exterior.
ENFERMEDAD, MUERTE Y DUELO NACIONAL
El 10 de noviembre de 1941, Pedro Aguirre Cerda, ya muy enfermo, dejó su cargo como Presidente, entregándoselo al ministro del Interior, Jerónimo Méndez.
Luego de 15 días de agonía, murió el 25 de noviembre debido a la tuberculosis que lo aquejaba, dejando de existir tras tres años de Gobierno.
Sus funerales dieron muestra del enorme cariño que la gente le tenía y miles de personas se volcaron a las calles para despedir al "Presidente de los pobres".
Después de su muerte, la figura del presidente se consolidó en el imaginario popular a través de su viuda Juanita, quien siguió desplegando una activa función social que ayudó a realzar su propia obra y la de su esposo, como exponentes de una política popular puesta al servicio de los más desposeídos.