Hija de agricultor asesinado en Collipulli: "No fue algo al azar, a mi papá lo querían matar"
Joel Ovalle Durán, de 68 años y dirigente de organizaciones de víctimas de violencia, fue acribillado el martes en La Araucanía.
Según sus deudos, el crimen ocurrió mientras trabajaba acondicionando un terreno para recibir a familiares durante vacaciones, en febrero.
Lissette Ovalle Cruces cuenta que su papá vivió entre Santiago y Collipulli, pero su amor por el campo lo hizo volver a la zona de conflicto, donde nació y se crió: "No iba a dejar que lo amedrentaran".
La noticia del asesinato en Collipulli de Joel Ovalle Durán, de 68 años, quien era agricultor y dirigente que luchaba por las víctimas de violencia en la Macrozona Sur, enlutó a sus familiares y vecinos, y su hija afirmó que "no fue algo al azar".
Según da cuenta la entrevista a Lissette Ovalle, su hija, en Las Últimas Noticias, su padre estaba a 500 metros de la entrada a su parcela en Alboyanco, sector cercano a Collipulli, el pasado martes, cuando encapuchados se detuvieron tras su camioneta y lo acribillaron.
La mujer relató que ese día su padre se levantó temprano ya que tenía que terminar de instalar la luz del terreno que estaba preparando para recibir a toda su familia de vacaciones en febrero. Posteriormente fue al pueblo a comprar materiales y allá tomó desayuno con su hermano.
"Regresó a Alboyanco como a la una de la tarde. Llevaba cosas para comer, un refrigerador y hasta un perrito en la camioneta", relató Lissette, quien detalló que una hora después llamaron a su tío para avisarle que le habían disparado a su padre.
"Iba en la camioneta cuando de pronto otro vehículo paró detrás, tapó el lugar en polvo y sus ocupantes empezaron a disparar. Mi papá iba con otra persona en la camioneta, a quien lo bajaron y le dijeron que arrancara", mencionó la hija, quien destacó que su padre pasó su vida entre Santiago y Collipulli, lugar donde nació y se crió, y también donde fue presidente de la Junta de Vigilancia Rural de Alboyanco.
RAÍCES EN COLLIPULLI
Tras pasar su infancia y adolescencia en el sur, Ovalle llegó a Santiago en su juventud y de inmediato quiso formar una familia, poco tiempo después, instaló un negocio de abarrotes en San Bernardo, en cual trabajó por años junto a su madre, relató Lissette a Las Últimas Noticias.
Más tarde, en el 2008, decidió volver al campo, decía que el estrés y el aire fatigoso de la capital no lo hacían feliz.
"Él siempre quiso volver a Collipulli. Después empezó el tema del robo de animales y le iban a disparar a su casa. Así estuvo hasta el 2016, aguantando el conflicto y la violencia hasta que otra vez volvió a Santiago", relató.
Con el inició de la pandemia regresaron sus ganas de volver al lugar que lo vio crecer, "decía que allá se sentía bien. Nosotros teníamos aprensiones. Le decía que vivir así no es vida porque recordaba a mi madre que tenía que esconderse bajo la cama en las noches para que no le fuese a llegar un disparo. Él me decía que amaba tanto el campo que nadie iba a sacar lo de allí'', dijo Lissette.
NO IBA A DEJAR QUE LO AMEDRENTARAN
En sus últimos días, Ovalle estuvo movilizándose entre Alboyanco y Collipulli sin tener problemas. En la zona casi todos lo conocían porque siempre defendió a quienes perdieron sus casas producto de los atentados, según dijo Lissette.
"Cuando él volvió de Santiago al campo dijo que no iba a dejar que lo amedrentaran. Defendió a la gente que la dejaron sin casa, dijo que alguien debía hacerse responsable de la situación. En este tiempo mi papá estuvo tranquilo, hasta que pasó lo que pasó", comentó.
Finalmente agregó que ella siente "que no fue algo al azar. A mi papá lo querían matar, yo creo que, porque simplemente luchó por la gente que sufrió atentados, por quienes nadie defendía. Eso provocó que vinieran y lo acribillaran. Mi papá lo único que esperaba era tener todo listo para que fuéramos de vacaciones todos".