Perú: Repsol advirtió sobre la magnitud del derrame de petróleo un día después
Su reporte inicial informaba sobre siete galones de petróleo vertido, que con el paso de las horas se convirtieron en 6.000 barriles.
La empresa sigue sosteniendo que esto se provocó por oleaje anómalo.
El representante en Perú aseguró que la labor de limpieza de las mismas estará terminada a finales de febrero próximo.
El presidente de la empresa española Repsol en Perú, Jaime Fernández-Cuesta, admitió que la compañía tuvo un "error de percepción" sobre la magnitud del derrame de petróleo en el mar peruano el pasado 15 de enero y que recién conoció el impacto del "desastre ambiental" al día siguiente del suceso.
El representante de Repsol en Perú ofreció una entrevista a Punto Final en el que reconoció que "hasta el día siguiente no fuimos conscientes de la magnitud" del derrame de crudo, que fue extendiéndose con la corriente marina.
"Seguro hemos cometido errores, el tema de la cantidad reportada en un informe preliminar, el no haber sido capaces de ver que habían manchas de petróleo en el mar hasta el día siguiente", indicó Fernández-Cuesta en alusión al reporte inicial de siete galones de petróleo vertido, que con el paso de las horas se convirtieron en 6.000 barriles.
Según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), la extensión del área afectada en la playa y litoral es de 180 hectáreas, y en el mar de 713 hectáreas, de acuerdo a la última medición realizada este domingo.
El titular de Repsol agregó que "no fuimos conscientes de la magnitud, hasta que empezó a llegar el petróleo a las playas" de Lima y la vecina provincia del Callao, pero aseguró que la labor de limpieza de las mismas estará terminada a finales de febrero próximo.
DESASTRE POR FUERZA SÚBITA
Fernández-Cuesta explicó que han demostrado "que algo raro estaba sucediendo en el mar del Callao, pues nunca una fuerza súbita, extraordinaria, ha sido capaz de arrancar de cuajo dos tuberías" de la refinería de La Pampilla, cuando era abastecida de crudo por un barco.
La empresa sostiene que un oleaje anómalo provocó el desastre, precisamente el día que una erupción volcánica estalló en la remota isla de Tonga y motivó alertas de tsunami en Ecuador y Chile.
"El trabajo de contención se ha hecho cuando se fue consciente de la magnitud del evento, no hemos parado, (...) sobrevolamos las playas cada día para controlar las posibles manchas, (...) pero hay zonas de difícil acceso en rocas y acantilados", expresó.
Sobre la labor de limpieza del mar y las playas, el representante detalló que no repararán en gastos "para remediar lo más pronto posible este desastre" y que el crudo recuperado en el agua y la arena los están llevando de vuelta a la refinería para su tratamiento.
"Estamos demostrando desde el primer momento que vamos a asumir todas las responsabilidades que acarrea y asumiremos aquellas responsabilidades que los órganos civiles y judiciales determinen", afirmó Fernández-Cuesta.
EL GOBIERNO NO VIO RESPUESTA INMEDIATA
A su turno, la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, entrevistada por el mismo programa, declaró que el Gobierno verificó que, al segundo o tercer día después del derrame, "el plan de contingencia no se había desplegado".
"Trajimos dos skimmer (máquinas para recoger petróleo en el mar) con los que se empezó a limpiar porque al principio no tenían nada. No había suficiente personal y hemos desplegado a las fuerzas armadas. No hemos visto una reacción diligente de la empresa", indicó Vásquez.
La primera ministra añadió que "nos toca hacer una valoración del daño porque todavía se sigue expandiendo hacia las playas, identificar cuánta gente vivía de la pesca en estas playas, el daño ecológico", al ser consultada sobre las sanciones e indemnizaciones que se impondrán a la compañía.