Preocupación existe en la región de Aysén debido al aumento detectado en el litoral de biotoxinas diarreica y paralizante, tanto en fitoplancton nocivo como en moluscos, que podrían terminar afectando la salud de las personas.

El aumento de las biotoxinas está vinculado al inicio de un proceso de floración de algas, popularmente conocido como "marea roja", que se ha detectado desde Puerto Aguirre al sur.

"Tenemos una floración algal nociva, bastante intensa, de los organismos productores del veneno paralizante y del veneno diarreico, están en niveles muy altos y también los hemos detectado en marisco que tienen niveles sobre lo autorizado para consumo", dijo la doctora María Angélica Tocornal, jefa del Laboratorio de Salud Pública, Ambiental y Laboral de Aysén.

Agregó que "estamos iniciando una floración intensa que suponemos se va a acrecentar durante los próximos días o semanas".

El consumo de mariscos contaminados con veneno diarreico puede producir, como su nombre lo indica, un cuadro gastrointestinal que podría derivar en una deshidratación severa.

El veneno paralizante, en tanto, genera una parálisis progresiva que puede llegar a provocar la muerte y que se manifiesta mediante la sensación de hormigueo en los labios, adormecimiento de labios, cara y luego el resto del cuerpo, sensación de liviandad como flotar en el aire, y dificultad de movimiento, para hablar y tragar.

El dirigente de la pesca artesanal de Melinca, Daniel Caniullan, señaló que "la gente que trabaja de forma legal que quiere comercializar su producto para el consumo local, le acarrea crisis económica. Esperemos que la autoridad fiscalizadora haga la pega en terreno y no detrás de un escritorio".

LA COCCIÓN NO ELIMINA EL RIESGO

Tocornal además explicó que cocer los mariscos no elimina las toxinas, como popularmene se cree: "todos creen que comiendo los mariscos cocidos se eliminan las toxinas y eso no es efectivo, las biotoxinas son termoresistentes, soportan temperaturas muy altas y tambien muy bajas. El llamado a comer los mariscos bien cocidos, es para eliminar bacterias que estan presentes en los mariscos".

El litoral aysenino tiene el récord mundial de concentración de biotoxina paralizante, detectada en 2018 cuando alcanzó 147 mil micrógramos de veneno paralizante por cada 100 gramos de marisco, superando ampliamente el marco regulatorio que permite hasta 80 microgramos. 

"No hay ningún país en el mundo donde se haya detectado una concentración tan alta. Con esa cantidad de toxinas es muy dificil llegar a un centro asistencial de forma rápida, si es que te encuentras en el litoral de Aysén", explicó Tocornal.

El llamado realizado desde la Seremi de Salud de Aysén es a adqurir mariscos sólo en lugares establecidos y que cuenten con el documento que autorice la comercialización de los productos.