Líder republicano se desmarca del trumpismo y condena el asalto al Capitolio
Mitch McConnell, quien encabeza al partido en el Senado, tachó lo ocurrido en enero del 2021 como una "insurrección violenta" y reprochó la actitud de su tienda.
Tanto él como la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, rechazaron que la dirección de los republicanos defendiera el ataque como "un discurso político legítimo".
McConnell criticó al Partido Republicano por señalar a los militantes que tienen "puntos de vista diferentes al de la mayoría".
El líder de los republicanos en el Senado estadounidense, Mitch McConnell, tachó este martes el asalto al Capitolio de "insurrección violenta" y criticó que su partido amonestara a dos legisladores que investigan el papel del ex presidente Donald Trump (2017-2021) en ese suceso.
En declaraciones a la prensa en el Capitolio, McConnell describió el ataque perpetrado por una turba de seguidores de Trump el 6 de enero del año pasado como una "insurrección violenta con el propósito de tratar de evitar la transferencia pacífica del poder".
McConnell se posicionó así después de que el Comité Nacional Republicano (RNC, en inglés), órgano ejecutivo del partido, amonestara el pasado viernes a Liz Cheney y a Adam Kinzinger, dos legisladores republicanos críticos con Trump, por formar parte del comité del Congreso que investiga el asalto al Capitolio.
La dirección del partido, que se opuso a la creación del comité de investigación, acusó a los dos legisladores de apoyar los "esfuerzos de los demócratas para destruir a Trump" y afirmó que el asalto al Capitolio fue "un discurso político legítimo".
Cuestionado por los periodistas, el líder de los republicanos en el Senado se desmarcó de ese posicionamiento y opinó que "no es el trabajo del RNC" señalar a los miembros del partido "que tengan puntos de vista diferentes al de la mayoría".
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, también rechazó este martes la idea de que el asalto fuera "un discurso político legítimo", al recordar en su rueda de prensa diaria que hubo decenas de heridos y que los propios seguidores de Trump "pedían que se ahorcara al vicepresidente", Mike Pence.
El 6 de enero de 2021, una turba de seguidores de Trump asaltó el Capitolio para intentar frenar la ratificación del demócrata Joe Biden como nuevo presidente de Estados Unidos, en un suceso que dejó cinco muertos y cerca de 140 agentes heridos.
El suceso fue motivado por las acusaciones infundadas de fraude electoral emitidas por Trump, y a día de hoy el 70% de los votantes republicanos sigue considerando que los comicios fueron fraudulentos.
A pesar de condenar este martes el ataque al Capitolio, McConnell no participó el pasado 6 de enero en los actos conmemorativos que organizó el Congreso para el primer aniversario del asalto.