La catástrofe en la ciudad brasileña de Petrópolis deja ya más de 150 muertos
Intensas lluvias desde el martes pasado han destruido parte de la antigua "ciudad imperial" brasileña, situada en la región serrana de Río de Janeiro.
Según las cuentas de la Policía, hay todavía 165 desaparecidos, aunque la Fiscalía maneja una cifra sustancialmente inferior.
El temporal de lluvias que azotó a la ciudad brasileña de Petrópolis (sureste) ha causado ya más de 150 muertos, mientras continúan las búsquedas por las decenas de desaparecidos, informaron este domingo fuentes oficiales.
La Policía Civil informó de que al menos 152 personas han muerto tras las intensas precipitaciones que desde el martes pasado han destruido parte de la antigua "ciudad imperial" brasileña, situada en la región serrana de Río de Janeiro.
Más de 500 bomberos actúan en la zona para intentar localizar a más víctimas, aunque sus trabajos se han visto interrumpidos varias veces durante este fin de semana debido a las lluvias que aún arrecian sobre el municipio y la poca visibilidad como consecuencia de la niebla.
Hasta el momento, las autoridades brasileñas han rescatado a 24 personas con vida en esta histórica ciudad de unos 300.000 habitantes, situada a unos 70 kilómetros de Río de Janeiro.
La previsión es de más chubascos a lo largo de este domingo, lo que dificulta enormemente las operaciones de salvamento, pues dejan más inestable el terreno, con riesgo de nuevos corrimientos de tierra.
Según las cuentas de la Policía, hay todavía 165 desaparecidos, aunque la Fiscalía maneja una cifra sustancialmente inferior.
Cerca de 800 personas han sido desalojadas de sus casas y reciben asistencia social en alguno de los 20 puntos de apoyo, entre los que hay escuelas e iglesias, que se han instalado en la ciudad.
Defensa Civil siguió mandando en la víspera mensajes de texto a los vecinos de Petrópolis y accionando las sirenas de alerta ante la posibilidad de nuevos aguaceros.
La tarde del pasado martes, Petrópolis fue devastada por las peores lluvias en casi un siglo, causando decenas de corrimientos de tierra, inundaciones en diversos puntos de la ciudad y fuertes riadas que arrasaron con todo lo que había a su paso.
El jueves volvió a llover fuerte y se produjeron nuevas inundaciones, agravando la situación de la urbe, que intenta poco a poco volver a la normalidad en medio del lodazal.
Parte de la población ha criticado la falta de efectivos en las zonas más golpeadas, aunque el gobernador de Río, Claudio Castro, explicó que la fuerte inestabilidad del terreno impide desplazar a un gran número de brigadistas a esos lugares más delicados.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sobrevoló el viernes las zonas más castigadas por el temporal y dijo que vio imágenes "de intensa destrucción", "casi de guerra".