Australia afronta una de sus peores inundaciones en una década
Las lluvias torrenciales en la costa este dejan 14 fallecidos y provocan la evacuación de casi medio millón de pobladores en Sídney y otras zonas de la región.
"Son momentos sin precedentes", dijo el Gobierno local de Queensland.
Un joven usa su bote para acceder a su casa en una zona inundada, en South Windsor, al noroeste de Sídney, Nueva Gales del Sur.
Las inundaciones en la costa este de Australia, una de las peores en una década, pusieron este jueves en alerta a casi medio millón de pobladores en Sídney y otras zonas de la región, entre llamadas de alerta de los expertos por la crisis climática.
Las lluvias torrenciales que caen en la costa este de Australia desde principios de la semana pasada ya han costado la vida a 9 personas en Queensland, que afronta condiciones "extremadamente inestables", y a 5 en el vecino Nueva Gales del Sur.
Hasta el momento, se han realizado al menos unas 60.000 reclamaciones a las aseguradoras y se prevé que los daños, que aún no han sido cuantificados, sean de miles de millones de dólares.
A raíz del temporal, las autoridades emitieron desde anoche órdenes o alertas de evacuación a casi medio millón de pobladores, especialmente para aquellos que viven en las cercanías de los ríos Hawkesbury-Nepean en el oeste de Sídney, zona en la que se esperan riadas peores a las sufridas en marzo del año pasado.
Las inundaciones se producen en momentos en que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtiera en un informe publicado el lunes que Australia se enfrentará a "impactos importantes" y "cambios irreversibles" en sus sistemas naturales debido a la crisis climática.
EVACUACIONES EN EL OESTE DE SÍDNEY
Los servicios de emergencia centraron gran parte de sus esfuerzos en evacuar en balsas inflables a los residentes que viven cerca de los ríos Hawkesbury-Nepean en el oeste de Sídney, mientras que un helicóptero de la Armada australiana realizó un rescate en esa parte de la ciudad, según imágenes publicadas en su cuenta de Twitter.
This morning #OurPeople in a MH-60R Romeo helicopter assisted in the rescue of a stranded mother and her two children from their flooded home in Western Sydney. 🚁 👏 #OpFloodAssist #NSWFloods
— Royal Australian Navy (@Australian_Navy) March 3, 2022
🎥: Senior Group Officer Christian Young #AusNavy #YourADF @NSWSES @NSWRFS @nswpolice pic.twitter.com/Vrov1HgPD1
En esa zona del oeste de Sídney algunas carreteras ya están aisladas y las aguas cubren el puente Windsor, mientras otros negocios y casas están rodeadas o cubiertas de aguas lodosas, mientras las señales de tránsito apenas se ven por estar casi completamente sumergidas, según imágenes divulgadas por el canal Nine de la televisión local y la televisión pública ABC.
En medio de la catástrofe, Greg Hill, quien junto a su esposa Karen se encuentra en un parque de caravanas a orillas del río Hawkesbury, dijo al portal de noticias del diario Sydney Morning Herald que al observar sus aguas ha visto flotando "un sofá, una nevera y quizá un féretro".
Si bien la Oficina de Meteorología rebajó sus pronósticos de condiciones extremas para Sídney, la ciudad más poblada de Australia, también advirtió que las condiciones extremas seguirán golpeando varias zonas del este del país.
EL NORESTE NUEVAMENTE GOLPEADO
El temporal golpeó nuevamente el norte de Nueva Gales del Sur y la zona sureste del vecino Queensland, en donde ya se realizan tareas de limpieza dado que en días previos las riadas destruyeron viviendas, obligando a muchos pobladores en la localidad de Lismore a refugiarse en sus tejados a la espera de ser rescatados, mientras algunas vacas aparecieron muertas en las lejanas playas.
Esta mañana, pedazos de granizo de 5 a 6 centímetros de ancho golpearon la ciudad de Inglewood, a 270 kilómetros al suroeste de Brisbane, dijo la Oficina de Meteorología, que pronostica condiciones extremas hasta el sábado con las tormentas eléctricas, fuertes vientos y más granizadas.
"Son momentos sin precedentes", dijo la jefa del Gobierno de Queensland, Annastacia Palaszczuk, en una rueda de prensa al advertir a los residentes de Brisbane, la tercera ciudad más poblada de Australia, y Bundaberg, a 220 kilómetros de la capital regional, sobre las condiciones "extremadamente inestables".
La advertencia se da después de que Adrian Schrinner, alcalde de Brisbane, la capital queenslandesa, comentara que la catástrofe, que ha afectado a más de 15.000 viviendas por las inundaciones de la semana pasada y que hoy comenzó a ver nuevamente el aumento del nivel de las aguas de su río, es mayor "en muchos sentidos" que las de 2011.