Rodrigo Rojas Vade oficializó su renuncia a la Convención Constitucional
El aún convencional afirmó que la mentira sobre su enfermedad fue "el peor error en mi vida, generé mucho dolor, decepcioné a miles de personas y nunda dejaré de estar arrepentido".
Tras la presentación formal de su renuncia, ahora se debe esperar el pronunciamiento del Tribunal Calificador de Elecciones.
Rodrigo Rojas Vade oficializó este viernes su renuncia a la Convención Constitucional luego de que hoy mismo fuera publicada en el Diario Oficial la ley que permite su dimisión al órgano constituyente.
En septiembre pasado, Rojas Vade reconoció -tras ser pillado en la mentira- que no tenía cáncer, enfermedad que usó como bandera de lucha en su campaña para llegar a la Convención.
Seis meses después, el ex Lista del Pueblo presentó ante la mesa directiva de la Convención su carta de renuncia, aunque para que se materialice aún falta el pronunciamiento del Tricel.
Sebastian Piñera no fue el único en irse hoy. También formalizó su renuncia a la Convención, Rodrigo Rojas Vade, a través de una carta a la Presidenta María Elisa Quinteros. Aún debe pronunciarse el TRICEL.
— Jorge Espinoza Cuellar (@espinozacuellar) March 12, 2022
En el documento, dirigido a la presidenta de la Convención, María Elisa Quinteros, Rojas Vade expuso que "tal como lo expresé públicamente en septiembre de 2020 (fue en 2021), decidí renunciar a mi cargo luego de reconocer que mi estado de salud no se originaba de un cáncer sino que en otras enfermedades, e informé que dejaría de trabajar en la Convención hasta que se me permitiese renunciar formalmente".
"En ese momento no podía renunciar -agrega en la carta- ya que eso sólo era posible en el caso de una enfermedad grave que impida el ejercicio del cargo. Mi estado de salud jamás me impidió ejercer mis funciones dentro o fuera de la Convención, participé activamente e incluso fui vicepresidente de la misma, por lo que no cumplía con el requisito establecido en el Artículo 60 de la Constitución para renunciar".
Rojas Vade añadió que "hoy la situación ha cambiado, ya que se acaba de modificar el Artículo 134 de la Constitución, a través de la Ley N°21.432, sobre reforma constitucional en materia de renuncia de convencionales constituyentes", el que señala que "los convencionales constituyentes podrán renunciar a su cargo cuando hechos graves afecten severamente su desempeño o pongan en riesgo el funcionamiento de la Convención Constitucional".
Así, agrega el aún convencional, "para los efectos de cumplir con los requisitos señalados, expondré los hechos que fundan mi renuncia y los motivos para que sean calificados conforme a la Constitución por parte del Tribunal Calificados de Elecciones".
"EL PEOR ERROR EN MI VIDA"
En su carta de renuncia, de una extensión de 12 páginas, Rojas Vade reconoció que la mentira sobre su enfermedad fue "el peor error en mi vida, generé mucho dolor, decepcioné a miles de personas y nunda dejaré de estar arrepentido".
A la vez que ratificó que su historial médico "no incluye el cáncer ni la quimioterapia", el convencional corroboró que tiene sífilis, situación que "me costó mucho entender (...), sentí que el mundo se derrumbaba y no supe qué hacer con esa información".
Fue así que, explicó, "decidí decirle a mi familia que tenía cáncer porque el dolor, la rabia, la angustia y el miedo fueron demasiado intensos". Rojas Vade expuso en el documento el detalle de sus ingresos a centros médicos para su atención, información que además presentó ante la Fiscalía Centro Norte donde se le investiga por los delitos de perjurio y estafa.
"Mi gravísimo error y el daño que causé ya no afectarán el trabajo de la Convención ni servirán para la campaña política de quienes quieren mantener un sistema injusto contra el que miles se alzaron a partir del 18 de octubre de 2019", añadió.
El convencional sostuvo que "nada de lo que yo pueda hacer o decir cambiará el pasado, no hay forma de reparación completa, no hay sanciones que permitan eliminar todo el dolor. Frente a mi error hice lo que cualquier persona debe hacer en ese momento: reconocerlo, salir de la esfera pública, enfrentar los procedimientos judiciales y administrativos, presentar mi renuncia y devolver o donar los honorarios por el tiempo que no trabajé".