La historia del vuelo de expulsión que no se concretó
El 3 de marzo debía salir un avión con 70 ciudadanos venezolanos expulsados, pero no fueron embarcados tras recibir la negativa previa del gobierno de ese país.
Esas personas siguen en los centros de reclusión donde cumplían condena, a la espera de que el vuelo -que quedó financiado- se lleve a cabo.
Por protocolo, en un vuelo de expulsión debe viajar un funcionario de la PDI por cada ciudadano extranjero deportado.
"Identificamos que uno de los aviones de las expulsiones que se hicieron a Venezuela retornó con las mismas personas, con todos los pasajeros expulsados. Esto realmente es algo gravísimo, pero gravísimo", dijo ayer la ministra del Interior, Izkia Siches, con llamativo histrionismo, ante la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputadas y Diputados.
La denuncia fue rápidamente desmentida por ex autoridades del Gobierno anterior -al que la actual titular apuntó e incluso "felicitó" por "la capacidad de tapar esto con tierra"-, y luego la propia Siches salió a desdecirse y ofrecer disculpas al anterior ministro, Rodrigo Delgado. "Emití información incorrecta", admitió.
Tras ello, aparte de las repercusiones políticas, reproches y las explicaciones que tuvo que dar al Presidente Gabriel Boric -que le dio un espaldarazo-, también surge la interrogante sobre qué llevó a la jefa de gabinete a caer en una "fake news" y reproducirla en tono de denuncia en el Congreso.
Allí surge un vuelo reciente que no se concretó, y que puede acercarse a explicar la equivocación de Siches. Según recapitula La Tercera, el 3 de marzo de este año estaba programado un viaje de SKY que saldría desde Santiago con 50 ciudadanos colombianos y cerca de 70 expulsados venezolanos.
Permanentemente la fecha de expulsión y recepción de los deportados se "negocia" con las autoridades de los otros países a fin de coordinar la operación, explican personeros del Gobierno anterior al rotativo. Por ello, el Ministerio de Relaciones Exteriores contactó a su par venezolano para solicitarle autorización para ejecutar el viaje a ese territorio.
Pero la embajada de Venezuela informó que su gobierno, "por asuntos administrativos en organismos encargados de los asuntos migratorios y judiciales, tiene a bien solicitar posponer la ejecución del mencionado vuelo".
El viaje se iba a realizar temprano en la mañana, y sólo partió con los 50 ciudadanos colombianos que arribaron a Bogotá. "¿Dónde están esas personas que tienen indicación judicial de expulsión?", inquirió también Siches en su denuncia en el Congreso: fuentes policiales -que cita La Tercera- aclaran que los ciudadanos venezolanos "están en los centros de reclusión donde cumplían condena".
Ni siquiera fueron embarcados en el avión, dado que, si bien llegaron al aeropuerto, al recibir la negativa de Venezuela, la Policía de Investigaciones los devolvió a las cárceles donde se encontraban privados de libertad hasta nuevo aviso: el vuelo, de todos modos, "quedó dentro del contrato de SKY y el avión financiado", por lo que se tendría que concretar una vez el gobierno venezolano dé el visto bueno, según el citado medio.