Obispos alertan "deseo" de la Convención de "imponer una refundación social, política y cultural"
En base a lo dialogado en su 125ª Asamblea Plenaria, los religiosos estiman que la propuesta constitucional "no ha sido suficientemente dialogada y madurada por la sociedad".
"Muchos tienen hoy serias dudas de que esté siendo un punto de encuentro y de acuerdo en torno a un horizonte compartido sobre el país que queremos construir", advirtieron.
No obstante, los obispos dicen valorar que "sea la propia ciudadanía la que juzgue la conveniencia o no de aprobar el texto propuesto" por el órgano constituyente.
Tras la conclusión de la 125ª Asamblea Plenaria de Obispos de la Conferencia Episcopal, los religiosos advirtieron que la Convención Constitucional muestra "signos" de buscar "imponer una refundación social, política e incluso cultural" con la propuesta de Carta Fundamental en desarrollo.
La Iglesia publicó un comunicado en base a lo reflexionado en este encuentro, que destaca que "el país ha puesto gran esperanza en este proceso, al aprobarlo ampliamente, porque lo ha considerado un camino institucional para superar una situación de crisis", pero alerta que "muchos tienen hoy serias dudas de que esté siendo un punto de encuentro y de acuerdo en torno a un horizonte compartido sobre el país que queremos construir".
Esto, por cuanto "hay signos que parecen mostrar el deseo de imponer una refundación social, política e incluso cultural que no ha sido suficientemente dialogada y madurada por la sociedad".
No obstante, los obispos dicen valorar que "sea la propia ciudadanía la que, en definitiva, juzgue la conveniencia o no de aprobar el texto propuesto, por lo que llamamos a todos a informarse, debatir con altura de miras, y optar por la opción que realmente contribuya a configurar un país más justo y en unidad".
A la vez, proponen "ofrecer una palabra orientadora, para iluminar desde el Evangelio la decisión que cada católico debe tomar en conciencia" una vez que la Convención tenga listo el texto constitucional.
Los religiosos también manifestaron su preocupación frente al acontecer social y político, haciendo mención especial de las crisis migratoria y económica, pero en particular están inquietos por "el clima de violencia, que se expresa en la delincuencia, el narcotráfico, la protesta social destructiva, en la convivencia escolar, la situación de La Araucanía, y, en general, en un ambiente político crispado".