EEUU presiona para que la OIT investigue condiciones de trabajo en Xinjiang
La delegación estadounidense exigió al gigante asiático que permita la entrada, "sin restricciones", de una misión tripartita de la Organización Internacional del Trabajo.
Occidente acusa que Pekín ha recluido a un millón de uigures para someterles a "reeducación", y a 100 mil en condiciones que podrían constituir mano de obra forzada.
La delegación de EEUU ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) exigió hoy a China que permita la entrada de una misión tripartita de ese organismo para investigar las condiciones de trabajo en la región de Xinjiang (noroeste), en la que se ha denunciado en los últimos años el uso de mano de obra forzada.
La embajadora de EEUU ante la ONU en Ginebra, Sheba Crocker, pidió en la actual conferencia anual de la OIT que Pekín brinde un "acceso sin restricciones" a los investigadores de la OIT, que incluya permitir la entrada a los polémicos centros de detención de uigures y otras minorías musulmanas de la región.
EEUU y otros gobiernos occidentales acusan a China de haber recluido en esos centros a más de un millón de uigures para someterles a una "reeducación", mientras que Pekín argumenta que se trata de centros de formación profesional a los que se accede voluntariamente.
Países de la Unión Europea, Reino Unido, Canadá y Australia mostraron hoy apoyo a la petición de Estados Unidos, mientras que se espera que la OIT decida la próxima semana la creación o no de la misión tripartita.
La embajadora estadounidense también acusó a China de forzar a empresas y sindicatos a involucrarse en el sistema de detenciones arbitrarias, y señaló que del millón de detenidos en Xinjiang al menos 100.000 fueron obligados a trabajar en condiciones que podrían constituir mano de obra forzada.
"Exigimos a China que detenga inmediatamente sus políticas discriminatorias y sus abusos a las minorías", concluyó Crocker, en una sesión donde la delegación china acusó a EEUU de querer politizar las discusiones en el seno de la OIT.
El debate en este organismo se produce pocos días después de que la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, concluyera una visita a Xinjiang para intentar conocer la situación de esa región ante las reiteradas denuncias de abusos contra las minorías musulmanas.
Al final de la visita, que EEUU y organizaciones de derechos humanos criticaron porque temían que fuera usada por China con fines propagandísticos, Bachelet indicó que las autoridades del país le habían asegurado que la mayoría de los "campos de internamiento para formación profesional" habían sido desmantelados.