Lampa: Hay 25 mil personas viviendo en 28 tomas, 5.000 de ellas en zonas con peligro de derrumbe
El alcalde Jonathan Opazo dijo a Cooperativa que el tema es una "preocupación constante", especialmente en lo relativo a un sector conocido informalmente como "Lamparaíso".
Relató que existe un "modo de operación similar" en las usurpaciones, lo que hace presumir la existencia bandas organizadas detrás de estos hechos.
El alcalde de Lampa, Jonathan Opazo, se refirió a la situación extrema de campamentos que se vive actualmente en la comuna de la zona norte de la capital, detallando que son cerca de 25 mil personas las que viven en las 28 tomas existentes en el sector.
En conversación con Cooperativa, el jefe comunal detalló que en Lampa se estima que "hay entre 20-25 mil personas que están viviendo en esta situación, tenemos 28 tomas y campamentos", pero recalcó su preocupación por una específica que se emplaza en la ladera de un cerro, denominada "Lamparaíso", y que está en peligro de derrumbe.
"Ahí nosotros estimamos que hay 1.000 familias viviendo en ese lugar, cerca de 5.000 personas que pudiesen estar en una pronta catástrofe si es que se llega a derrumbar ese cerro, entonces es una preocupación constante para nosotros", aseguró.
Es por eso que Opazo apuntó que "se hace vital poder identificar y catastrar la cantidad de personas reales que están viviendo en esta situación en nuestra comuna", en caso de cualquier emergencia.
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El alcalde de Lampa también hizo referencia al modus operandi de bandas organizadas que se toman los terrenos: "existe detrás una organización previa, existen personas y agrupaciones que en el fondo están comercializando con la necesidad de una persona por tener un espacio donde poder habitar", comentó.
Detallando que actualmente hay un "modo de operación similar", el que consiste en la llegada de buses con cerca de 50 personas, entre ellos, menores de edad, mujeres y adultos mayores, generalmente arriban a los terrenos de privados previamente delimitados, los días sábados y domingos en horarios de tarde o noche, momento en que "se hace más difícil la coordinación", según Opazo.
La idea, prosiguió el alcalde, es "aguantar 12 horas", que es el plazo de flagrancia para que pueda operar personal de Carabineros, evitar la toma y desalojar a las personas que, cuando hay niños, personas mayores o mujeres, "obviamente que el criterio ahí es totalmente distinto y se hace más difícil poder operar en esa situación", comentó.