Una semana de protestas en Ecuador: Manifestante murió y Lasso acusa que lo quieren sacar del poder

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Las movilizaciones indígenas desafían el estado de excepción decretado por el presidente, en medio de una crisis por el alto costo de la vida.

En el periodo se han registrado 61 personas heridas -cinco de ellas con daños oculares-, de las que se responsabiliza directamente a la fuerza estatal.

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El Gobierno quiere evitar que se repitan las escenas de octubre de 2019, cuando miles de indígenas llegaron al centro de la capital.

Ecuador cumplió este lunes una semana de protestas contra el Gobierno por el alto costo de la vida, y lo hizo con el primer manifestante fallecido, una persona que cayó a una quebrada en su intento por llegar a Quito, donde el movimiento indígena quiere concentrar la movilización y desafiar el estado de excepción decretado por el presidente, Guillermo Lasso.

La muerte fue denunciada por la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos y confirmada por la Policía Nacional, aunque según su versión "tres manifestantes cayeron a una quebrada y uno de ellos murió, pero no es en enfrentamiento".

De acuerdo con las organizaciones de derechos humanos, la mortal caída se produjo en la madrugada de este lunes en el noreste de Quito, cuando un contingente policial trató presuntamente de frenar con gases lacrimógenos el avance de un grupo de manifestantes que querían llegar a la capital desde la norteña provincia de Imbabura.

Además de este fallecimiento, la Alianza denunció que en esta primera semana de movilizaciones se han registrado 61 personas heridas, cinco de ellas con daños oculares, y 18 con heridas graves, de las que responsabilizó directamente al Estado.

También reportó 86 detenciones, entre ellas la del presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, principal promotor de las protestas, que estuvo casi un día entero detenido hasta que una jueza lo dejó en libertad condicional con cargos por presunta paralización de servicios públicos.

Mientras, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, afirmó que las manifestaciones tuvieron actos de violencia con las fuerzas de seguridad que dejaron 61 agentes heridos hasta ahora, así como 14 policías temporalmente retenidos por manifestantes, dos vehículos destruidos y otros 21 con distintos daños.

INDÍGENAS LLEGAN A QUITO

Durante la noche del domingo, numerosos grupos de indígenas llegaron a Quito para hacerse sentir con más fuerza, pese a que el estado de excepción decretado desde el sábado por Lasso en las provincias de Imbabura, Cotopaxi y Pichincha, donde está la capital, suspende el derecho de asociación y de reunión.

Tanto en el acceso norte como en el sur de la capital hubo contingentes de policías y militares para dispersar la llegada de las caravanas de indígenas, pero los intentos por contenerlos duraron poco y al final acabaron accediendo a la capital.

En el centro de Quito, las fuerzas de seguridad han tomado la Casa de la Cultura Ecuatoriana, para evitar que se repitan las escenas de octubre de 2019, cuando otra ola de protestas liderada por la Conaie acabó con violentos enfrentamientos y altercados en el centro de la capital y un saldo de una decena de muertos y unos 1.500 heridos en todo el país.

NO ACEPTAN DIALOGAR

El movimiento indígena liderado por Iza se niega de momento a entablar un diálogo ofrecido en reiteradas ocasiones por Lasso al considerar que las diferentes conversaciones mantenidas a lo largo de su primer año de mandato no han dado sus frutos.

Así, Iza ha anunciado que las protestas siguen en pie pese a que Lasso concedió varias de las diez demandas que exige la Conaie.

El presidente aprobó la subvención hasta un 50 % de la úrea, que se utiliza como fertilizante, condonó las deudas vencidas de familias campesinas de hasta 3.000 dólares, redujo la tasa de interés del 10 % al 5 % para los créditos vigentes, aumentó el bono de desarrollo humano de 50 a 55 dólares y dobló el presupuesto para la educación intercultural.

No obstante, la Conaie también demanda la congelación de los precios de aquellos combustibles que están liberalizados, el control de precios de productos esenciales y la moratorias de nuevas concesiones mineras en la Amazonía.

"QUIEREN BOTAR AL PRESIDENTE", DICE LASSO

"Estamos atendiendo las legítimas demandas ciudadanas. Su respuesta: más violencia y nuevas amenazas de atacar a Quito. No podemos permitir que unos pocos violentos impidan trabajar a millones de ecuatorianos", dijo Lasso este lunes en televisión.

"Aquí estoy para defender a Quito, a cada familia de la capital y del país", agregó.

Minutos antes, en un mensaje publicado en redes sociales, el mandatario afirmó que los manifestantes "buscan el caos, quieren botar (sacar) al presidente".

"Democracia o caos, esa es la gran batalla. La batalla por la democracia", añadió.

El presidente informó que han aceptado la convocatorias de varias organizaciones de la sociedad civil para ejercer de mediadores en un diálogo.

"Todos queremos diálogo, menos unos pocos violentos. Hago un llamado por la paz. Tenemos que sentarnos en una mesa y juntos buscar soluciones para cada una de las legítimas necesidades de las familias ecuatorianas", concluyó Lasso.

LAS MANIFESTACIONES DE 2019

En los disturbios de 2019, que comenzaron por un decreto que eliminaba históricos subsidios a la gasolina -luego derogado para aplacar las protestas-, murieron una decena de personas y más de 1.500 resultaron heridas, de ellas 435 miembros de las fuerzas de seguridad.

Ecuador quedó paralizado en gran medida del 3 al 13 de octubre de 2019 por los disturbios centrados principalmente en el centro de Quito y el bloqueo de vías cruciales del territorio nacional.

Es por los antecedentes que el Gobierno quiere evitar que se repitan las concentraciones de octubre de 2019, cuando miles de indígenas llegaron al centro de la capital y se concentraron en la Casa de la Cultura Ecuatoriana y en el colindante parque El Arbolito, donde hubo fuertes enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.