Chile es uno de los países con menos carga tributaria de la OCDE
Según la recaudación tributaria como porcentaje del PIB, la marca de Chile en 2020 (19,3%) se encontraba muy por debajo del promedio de la OCDE (33,5%).
El documento plantea que la presión fiscal sobre las personas físicas es "un área que podría explorarse más a fondo para una posible reforma tributaria".
Chile es uno de los países con una menor carga tributaria y menor presión fiscal de la OCDE, según consignó este viernes un informe de la institución con sede en París, encargado por el Ministerio de Hacienda.
Basado en datos previos al 2019, el organismo multilateral señaló que entre sus entonces 35 estados miembros (actualmente son 37, con los ingresos de Colombia y Costa Rica), la estructura fiscal chilena destaca por ser "una de las más divergentes".
Medido según la recaudación tributaria como porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB), la marca de Chile en 2020 (19,3 por ciento) se encontraba muy por debajo del promedio de la OCDE (33,5 por ciento) y solo por delante de la de México (17,9 por ciento) y Colombia (18,7 por ciento).
La relación entre el nivel de impuestos y el PIB de Chile es incluso inferior a la de los países que conforman el grupo cuando tenían un nivel de ingresos similar al de Chile actualmente, incluyendo a Australia, Canadá, Irlanda y Nueva Zelanda, detalló el reporte.
UNO DE LOS PAÍSES MÁS DESIGUALES DEL MUNDO
Pese a ser uno de los países con la mayor renta per cápita de América Latina, Chile es uno de los más desiguales de la región: el 10 por ciento de las personas más ricas reúne el 60 por ciento del producto interior bruto (PIB), según la base de datos de la desigualdad mundial (WID, en inglés).
En paralelo, tiene una baja capacidad redistributiva, teniendo en cuenta que el sistema de impuestos logra reducir la desigualdad en un 2,5 por ciento frente al 10 por ciento en promedio de los países de la OCDE.
Según el informe, la brecha se debe a que los ingresos tributarios se concentran en el impuesto sobre el valor agregado (IVA) y el impuesto sobre la renta de las empresas (ISR), mientras que los países de la OCDE de mayores ingresos dependen más del impuesto sobre la renta de las personas físicas (Impuesto Global Complementario "IGC").
El IGC en Chile tiene un base muy reducida, es decir, la presión fiscal sobre las personas físicas es mucho menor, "un área que podría explorarse más a fondo para una posible reforma tributaria", concluyó el documento.