Congreso de Ecuador decide si destituye o no al presidente Lasso
Los parlamentarios debaten una solicitud presentada por un grupo de 47 legisladores, pertenecientes a sectores opositores, por eventuales faltas del gobierno en medio de la grave ola de protestas.
En paralelo a la audiencia, el mandatario derogó el estado de excepción que regía en seis provincias del país.
La sesión se instaló en el día número 13 desde el inicio de las protestas contra el alto costo de la vida y las políticas económicas del Gobierno.
La Asamblea Nacional (Parlamento) de Ecuador instaló este sábado la sesión para tratar, como único punto, la solicitud de destitución del presidente Guillermo Lasso, que el viernes denunció un intento de golpe de Estado en su contra.
La sesión fue instalada de forma virtual debido al estado de excepción decretado el país y tuvo la asistencia de 135 asambleístas, el secretario jurídico de la Presidencia, Fabián Pozo, y fue presidida por el titular del Legislativo, Virgilio Saquicela.
La petición de la destitución de Lasso fue realizada por asambleístas afines al expresidente Rafael Correa (2007-2017), bajo la causal de grave conmoción interna debido a la ola de protestas que azotan a Ecuador, caracterizadas por el corte de carreteras y el bloqueo de rutas.
PARLAMENTO TIENE TRES DÍAS PARA VOTAR LA CONTINUIDAD
La ley orgánica de la Asamblea obliga a que la sesión para debatir la destitución presidencial se convoque en menos de 24 horas desde la presentación de la solicitud y, a la cita, también fue convocado el presidente Lasso para exponer sus alegatos, aunque delegó su intervención a Fabián Pozo.
Luego del debate, el Parlamento tiene 72 horas para votar la continuidad del mandatario, para lo que se requiere una mayoría de dos tercios, equivalente a 92 de los 137 asambleístas.
La sesión tuvo lugar el día trece de movilizaciones convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) y se instaló horas después de que desde el Gobierno se reunieran con su presidente, Leonidas Iza, y otros líderes indígenas, en un primer acercamiento convocado por Saquicela, que destacó la voluntad de diálogo de las partes.
"Creo que este camino va a prosperar y creo que las partes están predispuestas a ese diálogo cediendo de parte y parte, sin condicionamientos sino llegando a acuerdos puntuales", dijo al expresar su esperanza de que mañana se pueda instalar una primera mesa de diálogo.
LASSO DEROGÓ ESTADO DE EXCEPCIÓN
Mientras se desarrollaba la sesión para analizar su destitución, y luego del primer acercamiento, Guillermo Lasso derogó el estado de excepción por grave conmoción interna, decretado en seis provincias de las veinticuatro del país en el marco de las protestas lideradas por los indígenas contra el alto costo de la vida y las políticas económicas del Gobierno.
Con la suscripción del decreto 461 se dio por terminada la medida decretada por el mandatario el sábado 18 de junio, que incluía a las provincias de Chimborazo, Tungurahua, Cotopaxi, Pichincha, Pastaza e Imbabura, donde se habían concentrado las protestas encabezadas por la Conaie.
Con esa decisión, el Gobierno "ratifica la disposición de garantizar la generación de espacios de paz en los cuales los ecuatorianos puedan retomar paulatinamente sus actividades", señaló la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia.
La derogación del decreto por el que se declaró el estado de excepción era una de las peticiones de la Conaie para abrirse al diálogo.
El movimiento indígena exige el cumplimiento de diez demandas, entre ellas que se reduzcan y congelen los precios de los combustibles, que se controlen los precios de los productos de primera necesidad, que no se privaticen empresas estatales y que no se amplíe la actividad petrolera y minera en la Amazonía.
Las manifestaciones, que comenzaron el 13 de junio, han registrado episodios violentos que han dejado cinco fallecidos y más de 200 heridos hasta el momento, entre los manifestantes y las fuerzas del orden.